5 pasos a seguir cuando (piensas que) la clase que diste fue pésima

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Mientras el om final resuena en el salón, el único pensamiento que tienes en la cabeza es: "esta es la peor clase que he dado". Los alumnos comienzan a enrollar sus tapetes y a guardar los accesorios. Sonríes valientemente y los ves salir por la puerta, sintiendo cómo se oprime tu corazón.

Ahora que estás en el estudio a solas con tu frustración y el polvo del piso, piensas: “la clase de la semana pasada fluyó bien y esta fue un fiasco. ¿Qué salió mal? ¿Por qué me siento tan horrible?” Y comienzas a repetir toda la clase en tu cabeza.

Los maestros de yoga se enfrentan frecuentemente a este tipo de dudas sobre sí mismos.

Lo que hagas a continuación es lo que importa.

Cuando una clase me salía mal, solía darle vueltas al asunto durante días. Me cuestionaba si enseñar yoga era para mí, si realmente era mi dharma, si había malinterpretado las señales. Espera… ¿Tan siquiera vi una señal?

Me quedaba despierta hasta tarde leyendo todo lo que caía en mis manos, esforzándome por descubrir lo que podría haber hecho diferente. Repasaba la sesión una y otra vez. Finalmente, dejé de hacer todo ese autoanálisis, aunque tuve que pagar un costo emocional.

Algo tenía que cambiar. Y el resultado fue el siguiente: una solución que se reflejaba en cinco pasos basados en mi propia experiencia y en ejercicios que me han hecho bien durante los últimos años.

Hayas quedado satisfecho o no, prueba esta simple secuencia contemplativa después de cada clase. Esto solo te tomará 10 minutos y te puede ahorrar un montón de desgaste mental y pérdida de sueño.

Para empezar, reconoce y acepta que tal vez tu clase no fue tan mala como crees que fue. Como un monstruo imaginario debajo de tu cama cuando eras niño, es más feo en tu mente que en la realidad. (Pero, para realizar este ejercicio, digamos que no fue uno de tus mejores momentos).

Para empezar, reconoce y acepta que tal vez tu clase no fue tan mala como crees que fue.

En segundo lugar, toma una libreta y un bolígrafo. Abre la libreta con dos páginas en blanco frente a ti. Vas a escribir dos listas. (Recuerda que este ejercicio debe realizarse en 10 minutos o menos, así que no te angusties en el proceso. Escribe tus primeros pensamientos, ya que es una manera de agudizar tu creatividad, valorar tu tiempo y, además, tiene el beneficio de fomentar la autoestima.)

En tercer lugar, escribe en una página al menos cinco cosas que crees haber hecho realmente bien en la clase. Esta es la parte difícil: escribir cosas positivas sobre nosotros mismos cuando nos sentimos una porquería. Puedes comenzar con algo tan simple como el hecho de que comenzaste la clase a tiempo. Ahora, profundiza: ¿Alentaste a algún alumno durante la clase? ¿Hiciste contacto visual? ¿Caminaste alrededor del salón? ¿Le diste un accesorio a un alumno cuando fue necesario? Todas estas acciones hicieron una diferencia en la experiencia de yoga de alguien. Tú los viste, cuidaste y actuaste. Intenta no subestimar el valor de la atención que prestas en clase. Escríbelo.

En cuarto lugar, en la página opuesta anota cinco cosas que te gustaría mejorar en tu próxima clase. Aprender el nombre de un estudiante o respirar antes de entrar en el aula son acciones integrales y que puedes realizar en el futuro. Cuando hagas esta lista, trata de enfocarte en la etapa en la que estás en tu desarrollo como maestro, así como en tu propio trabajo en progreso. Todos comenzamos con ruedas de entrenamiento cuando aprendemos a andar en bicicleta. Cuando las quitamos, tambaleamos y nos llevamos un par de golpes en el proceso, pero descubrimos nuestro equilibrio .

En quinto lugar, respira, relaja tus ojos y lee tus listas. Reconoce todo lo que hiciste bien durante la clase. Ahora, con eso en mente, mira la otra lista con compasión. ¿Hay alguna acción con la que puedas trabajar a futuro? Elige una e inténtala en tu próxima clase.

Un último comentario: trátate con la misma amabilidad y consideración que tendrías con un estudiante que está batallando con una postura. Tómate un momento para apreciar todas las cosas buenas que has aportado a la clase y relájate; lo estás haciendo mejor de lo que crees.

Acerca del Maestro

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Ellen Mosko
Ellen's teaching style is an interactive mix of attentive alignment, fluid movement, and breath awareness.... Leer más