Borja Sainz y el poder del cambio

Comencé a practicar yoga a los 19 años con la guía de mi tía, profesora de yoga en EEUU, y desde entonces no he dejado de practicar y estudiar. Durante mis primeros años me dediqué fundamentalmente a la práctica de Ashtanga y en 2009 me lancé a realizar una formación de Vinyasa y Power Yoga tras la que decidí comenzar a dar clases de Vinyasa.

Conforme los años fueron pasando me fui centrando en otros estilos, alejándome del Ashtanga y el Vinyasa y explorando Iyengar y posteriormente Anusara yoga. En cierto momento me di cuenta que casi todos los estilos se sostenían fundamentalmente en normas o ideales fijos de cómo practicar, sobre todo en lo que a asana se refiere, cada uno interpretaba la alineación de una forma y sin posibilidad de mezclar o innovar. Esto me llevó a no identificarme con ningún estilo de yoga y a centrarme en estudiar biomecánica para entender mejor el cuerpo humano y el impacto de las acciones/posturas de yoga. A su vez, comencé a estudiar desde un punto de vista más académico la historia y tradición del yoga lo que me llevó a comprender que muchos de los enfoques actuales no proceden de un linaje o tradición milenaria.

Junto con mi mujer, Tamara Suarez, fundamos en 2018 Lighthouse Yoga School en el que impartimos formaciones de profesores y en 2020 lanzamos Yogabasement, una plataforma centrada en la enseñanza online con clases y cursos así como formación online. En 2022 esperamos publicar dos libros de yoga y lanzar la formación de nuestro método BSMT YOGA. El aprendizaje no cesa y nuestra pasión por compartirlo nos empuja a seguir conociendo cómo mejorar nuestras vidas y la de nuestros alumnos.

¿De qué estilo de yoga, tradición y / o linaje eres?

En un momento clave de mi vida decidí comenzar a estudiar con Yogarupa Rod Stryker, fundador de ParaYoga y quien al día de hoy considero mi profesor principal dentro de la tradición y práctica. Con él, me he formado para poder transmitir sus enseñanzas así como enriquecer mi propia metodología de enseñanza, BSMT YOGA. La misma, se apoya en la tradición del Hatha yoga y en el conocimiento científico del cuerpo humano, especialmente del sistema fascial, utilizando técnicas de movimiento y liberación miofascial para mejorar la práctica de asana e introducir de forma efectiva el desarrollo de pranayama, meditación y yoga nidra.

En estos años, he estudiado con Noah Mazé y Rocky Heron en su formación de 300 horas en Berlín así como Doug Keller y su enfoque terapeútico en Londres. Estas formaciones me llevaron a estudiar con especialistas del movimiento como Tom Myers o Eric Franklin, con quien estudio actualmente para desarrollar una práctica de asana más funcional.

¿Qué podemos encontrar en tus clases de YI?

Para mi es un honor formar parte de Yoga International, en donde se encuentran algunos de los profesores con los que llevo más de una década estudiando. En este año he compartido clases de transformación personal llamadas “El poder del Cambio” así como un curso de “Anatomía del Yoga”. Espero seguir aportando contenido en forma de clases y cursos.

¿Qué piensas hoy en día sobre el yoga?

Creo que hoy en día tenemos acceso a muchísima información para aprender y profundizar en esta tradición así como adaptar algunas de las metodologías a las necesidades de nuestros tiempos. Cada persona tiene en sus manos profundizar, si lo desea, o simplemente disfrutar de una clase de yoga en su ciudad para comenzar o terminar el día de forma más plena y feliz. En lo que a mi enfoque se refiere, prefiero centrarme en el rigor académico de quienes estudian la historia y tradición del yoga para no caer en simplismos en los que a menudo caemos los profesores de asana.

¿Qué te gusta hacer además de yoga?

Aunque el yoga es a día de hoy mi forma de vida y profesión, me he dedicado durante años al mundo del diseño y la moda, carrera que estudié y  me dediqué durante años creando mi propia marca de ropa. Aunque no ejerzo como diseñador a día de hoy, el diseño en general es otra de mis pasiones, ya sea a nivel gráfico o estilístico.