El yoga nidra ofrece un “paquete completo” para la relajación física y mental. Tiene herramientas que nos ayudan a romper con los viejos patrones de pensamiento y desarrollar nuevos procesos positivos, todo esto con el fin de tener una mente más tranquila y receptiva.
Uno de los consejos para practicar yoga nidra es que debes permanecer despierto y presente en la práctica para recibir todos sus beneficios. Sin embargo, es muy fácil quedarse dormido: debes acostarte boca arriba, con los ojos cerrados y con el cuerpo apoyado sobre accesorios, escuchando a una voz calmada que te guía hacia un estado de profunda relajación. Aquí la gran pregunta es: “¿cómo practico yoga nidra sin dormirme?”.
Si el cuerpo está acostumbrado a descansar bien, estaremos mejor preparados para mantenernos despiertos durante la práctica de yoga nidra.
En este artículo te mostraré algunas técnicas para mantener el sueño a raya que te ayudarán a hacer la práctica sin adormecerte. Es importante señalar que, al ser parte de un mundo en el que vivimos pendientes de una tecnología que nos invita —y nos facilita— a la distracción mental, muchos tenemos falta de sueño. Por esa razón, cuando nos encontramos en un ambiente ideal y tranquilo, el cuerpo acepta inmediatamente la oportunidad de dejarse llevar y dormirse.
Para poder relajarnos sin dormirnos, primero debemos realizar suficientes depósitos en nuestras “cuentas bancarias del sueño”. Si el cuerpo está acostumbrado a descansar bien, estaremos mejor preparados para mantenernos despiertos durante la práctica de yoga nidra. Respecto a esto, si siempre te duermes en esta práctica, es un gran indicador de que necesitas dormir más.
Una vez que se reponen las reservas de sueño, podrás enfocarte en practicar yoga nidra sin dormirte. No obstante, si tienes dificultades para dormir y sientes que el yoga nidra favorece hábitos de sueño más saludables, úsalo como ayuda para conciliar el sueño.
Al principio de tu práctica de yoga nidra, te pueden haber pedido (o quizás te lo has pedido tú mismo) mantenerte despierto repitiendo una afirmación como “estoy despierto y consciente”. Si ves que te estás quedando dormido, solo con recordar la afirmación será suficiente para evitarlo. Si no funciona, quizás comiences a fluctuar entre el estado de vigilia y de sueño, sobre todo si la práctica dura 20 minutos o más. Por esta razón, es mejor empezar con sesiones de entre 5 a 10 minutos. Una vez que logres permanecer este tiempo en un estado de profunda relajación y a la vez atento al guion, puedes probar completar prácticas más largas hasta llegar poco a poco a unos 40 minutos o más.
Hay muchas grabaciones de yoga nidra disponibles. Escoge una práctica basándote en la duración, la voz del instructor y el contenido (busca un guion con el que puedas conectarte). Conocer tu práctica brinda una relajación extra, permitiendo que el viaje interior se sienta confiable y familiar. Esto es de mucha ayuda para algunos practicantes. Una vez elijas un guion que te funcione, usa el mismo una y otra vez. De esta manera te sentirás cada vez más cómodo con el guion en su totalidad.
Cuando inicias una nueva práctica de yoga nidra, la experiencia más común es entrar y salir del estado consciente, así que recordarás algunas partes y otras no. Aunque se dice que toda la práctica se recibe de manera subconsciente, sigue siendo conveniente saber en qué te estás enfocando (por ejemplo, en sensaciones de pesadez o ligereza, visualizaciones como al entrar en un bosque o ver olas chocar contra una piedra). Un ejercicio que hago luego es el de reflexionar sobre mi práctica, escribiendo en un diario todo lo que recuerdo de ella. Incluyo esos momentos en los que estaba alerta, lo que recuerdo al escanear mi cuerpo, cualquier descubrimiento sobre mi experiencia (por ejemplo, sentir el sudor cuando se me pide que sienta el calor de mi cuerpo), mi intención inicial al practicar y cualquier otra cosa que considere importante.
Un recordatorio físico para seguir despierto te alejará del reino de los sueños y evitará que ronques en plena clase. Prueba esto: acuéstate en savasana con los brazos a los costados, dobla uno de los codos y apunta con los dedos de las manos hacia arriba. Solamente deben quedar en el aire el antebrazo y la mano, apoya el resto del brazo y el hombro en el piso. Cuando comiences a adormecerte, tu mano caerá al piso o sobre tu cuerpo y te despertará.
Colocar un temporizador es otra forma de tener un recordatorio físico (aunque no es apropiado si estás practicando en grupo, ya que puede distraer a los demás). Debes colocar el temporizador a bajo volumen, apenas audible, y configurarlo con sonidos de campanas, sonajas o gongs. En el yoga nidra nuestros sentidos se potencian, lo que podría ser un sonido a volumen normal en cualquier otro momento, puede resultar escandaloso o estremecedor en medio de una práctica de meditación. ¡No querrás asustarte!
Hace un tiempo estuve en una clase de yoga nidra en la que se seguía el ritmo de unos tambores. Aunque en teoría suena interesante, mi experiencia no fue tan satisfactoria. Debo haberme quedado dormida, porque desperté con lo que sentí como los golpes más fuertes que había escuchado en mi vida. Me levanté de un salto, con el corazón agitado y completamente alerta. Todo mi cuerpo entró en estado de shock. Esta situación se ha convertido en un recordatorio de que debo colocar el temporizador en un volumen bajo o apenas en vibración, de manera que funcione como un amable llamado de atención para chequear si estoy presente en la práctica.
Puedes usar el temporizador para que suene cada cinco minutos o más, o que solo se encienda una vez durante la práctica. Esto último podría ser lo más apropiado para las sesiones más cortas de yoga nidra.
El yoga nidra se practica tradicionalmente en savasana (descansando boca arriba). Pero si quieres evitar adormecerte, puedes cambiar la posición. Una opción es acostarte de lado: se dice que al apoyarse sobre el lado derecho se genera una sensación de calma y descanso que beneficia la práctica (esto puede deberse a que favorecemos la respiración a través de la fosa izquierda, la que ayuda a mantener el ida nadi, que corresponde a la energía pasiva de enfriamiento, apertura y fluidez). Más allá de esto, te animo a escoger el lado en el que sientas más comodidad. De hecho, a las mujeres embarazadas se les recomienda practicar las sesiones de larga duración acostadas sobre su lado izquierdo, para que la vena cava inferior (que lleva la sangre de la parte inferior del cuerpo hacia el corazón) no se vea constreñida.
Como accesorios, te sugiero utilizar mantas para acolchar la superficie, otras debajo de los huesos de las caderas, un bolster detrás de la espalda para dar una sensación de confort y arraigo (ya que al estar de lado la espalda no tendrá contención), otra manta doblada entre los muslos o las espinillas, apoyar los pies sobre un bloque y colocar más mantas debajo de la cabeza y los brazos para brindar más apoyo en esta savasana de lado.
Otra opción es practicar yoga nidra sentado. En este caso, siéntate en una silla con los pies apoyados firmemente en el piso o, si te resulta más cómodo, en bloques. Apoya las manos en tu regazo y mantén la columna alargada. Usa cualquier accesorio debajo de las rodillas para ayudarte a mantener la columna erguida con el menor esfuerzo físico posible.
Practica en el momento del día en el que te sientas con más energía. Si prefieres la mañana, por ejemplo, levántate un poco más temprano para poder incluir la práctica en este horario. De esta forma, no sentirás tantas ganas de dormir durante la práctica.
Somos nuestros críticos más duros. Recuerda que quedarte dormido en el yoga nidra no es algo malo, así como tampoco lo es esforzarte a permanecer despierto. Mientras aprovechemos la práctica para aprender sobre nosotros mismos, nuestros hábitos o tendencias —en vez de juzgarnos por no estar despiertos toda la práctica, no alcanzar la “perfección” o no ver cambios en tan solo una sesión—, avanzaremos más rápido y llegaremos más lejos.
Espero que estos consejos te resulten útiles en tu camino en el yoga nidra y que los frutos de tu práctica te beneficien muchísimo. Como dice Sri K. Pattabhi Jois: “Continúa con tu práctica, lo demás vendrá solo”.