Existe un gran porcentaje de personas que sufren de lo que se ha llamado Covid largo. Los números no son exactos, ya que todavía estamos en el "ojo de la tormenta" pero calculan entre el 10 y el 20 por ciento de aquellos que padecieron este virus, terminan con secuelas largas de entre 4 semanas a 10 meses. La recuperación puede llevar tiempo y las prácticas de yoga juegan un papel preponderante en la misma.
Inflamación, ansiedad, estrés, pérdida de masa muscular, depresión, disminución de la capacidad respiratoria.
Yoga se encuentra en una situación óptima para ayudar a los que padecen de estos malestares.
Yoga es probablemente la única práctica de ejercicios que conecta a la respiración con el movimiento y las posturas. Lo hacemos de una forma intencional y específica. Sin la respiración como protagonista de la experiencia, nuestra práctica no es considerada yoga, sino calistenia. El principio de yoga es la unión o conexión de las partes que generalmente separamos: cuerpo, mente, respiración, alma (universo, dios). Yoga nos da la oportunidad de sentir esa integración para que el sistema nervioso comience a recibir las señales del camino de la sanación. A través de las prácticas respiratorias, meditación, y posturas, le damos a nuestro sistema los recursos necesarios para poder integrar todas esas partes que separamos, como por ejemplo, la falta de aire al respirar, el cansancio del cuerpo, y la mente agitada. Estas prácticas invitan a todas esas partes nuestras a trabajar en concierto y no separadas.
Covid-19 comienza como un virus respiratorio. Muchos de los efectos de este virus se presentan en nuestro sistema pulmonar como por ejemplo la tos que dura semanas o meses.
Ya se sabe, a través de varios estudios, que con una clase de yoga semanal podemos disminuir la inflamación. La inflamación es lo que causa la tos, y las molestias respiratorias en el covid largo. Al bajar los niveles inflamatorios, nos sentimos mejor, tosemos menos y podemos respirar sin tantas obstrucciones.
Yoga nos ayuda a reducir el estrés, depresión y ansiedad tan preponderantes en el covid largo. Los movimientos aunados con la respiración, así como también las prácticas de meditación, mindfulness y trabajo de pranayama nos conectan con el momento presente donde no hay estrés ni ansiedad o depresión.
Los días o semanas que has pasado en cama durante este virus te han debilitado físicamente y quizás has perdido músculo en el cuerpo.A través de posturas específicas, practicadas de una manera suave y profunda, poco a poco comenzamos a recuperar e incrementar músculos y fuerza en el cuerpo.
A través del protocolo de respiración dedicadas a fortalecer el diafragma respiratorio, podremos incrementar nuestra capacidad pulmonar, movilizar el diafragma y recuperar nuestra vitalidad.
Estas prácticas, junto a los cuidados médicos que necesites, pueden ayudarte a una recuperación que te invita a ser un participante activo de tu sanación. Mi curso, Covid-19: Un camino a la recuperación, contiene prácticas completas para cada uno de estos síntomas. Las prácticas son accesibles y adaptables, y más que nada, usando el principio de "ahimsa" o no a la violencia, invitando al cuerpo a participar con la respiración como la protagonista de la experiencia.
El curso se enfoca en disminuir la inflamación, calmar la mente para que nuestra ansiedad disminuya o desaparezca, liberarnos del estrés, recuperar la vitalidad, disipar la fatiga y la depresión y fortalecer las vías respiratorias y el diafragma para incrementar la capacidad pulmonar y movilizar al músculo respiratorio.
Yoga nos enseña que tenemos recursos dentro nuestro para sanar y nos ofrece una variedad de herramientas para poder navegar la sanación: movimiento, meditación, posturas, prácticas de respiración o pranayama. Cuando estas prácticas trabajan par a par con la ciencia y el apoyo de la medicina moderna, estamos en camino de la sanación.