El mantra maha mrityunjaya: cúrate a ti mismo, cura el mundo

Mind & Mantra
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Nombrado por los sabios como "el corazón de los Vedas", el mantra maha mrityunjaya puede ayudarte a sintonizar con la fuerza curativa que siempre está dentro de ti, apoyando tu crecimiento, levantándote en tiempos de dificultad y recordándote el objetivo superior de la vida. En este artículo, el maestro espiritual y autor Rolf Sovik revela uno los mantras más poderosos y nutritivos del yoga.

Las escrituras de la antigua India están llenas de historias, mitos y leyendas en las que la filosofía se entrelaza con la devoción. En estos cuentos aparecen grandes personajes, entre ellos, el sabio Markandeya, cuyas enseñanzas pueden leerse en el Markandeya Purana. Su texto es alabado, en especial, por el recuento que hace de la gloria de la Madre Divina. Markandeya también es aclamado por su visión del diluvio cósmico y en el Mahabharata es un huésped de honor en el campamento en el bosque de los heroicos hermanos Pandava. Aunque su historia inicia antes de su nacimiento.

Sin hijos, el sabio del bosque Mrikandu y su esposa, Marudvati, enfrentaron una larga penitencia con el fin de hacer mérito y obtener la bendición de un hijo. Con el paso del tiempo, fueron premiados con una visión del señor Shiva, su ishtadevata (la deidad de sus corazones). Luego de oír su petición, el señor Shiva les dijo que podrían tener un hijo que sería una brillante luz espiritual, pero cuya vida apenas llegaría a los dieciséis años, o podrían criar un niño que viviría una larga existencia pero sería tonto y egocéntrico.

Ambos eligieron al niño con la virtud espiritual y, con el tiempo, Marudvati procreó a un varón que llamaron Markandeya. La pareja decidió no contarle a su hijo sobre su reducido tiempo de vida. Sin embargo, al aproximarse su cumpleaños número dieciséis, la tristeza de los padres los traicionó. Cuando el niño les preguntó la razón de su humor decaído, le dijeron lo que Shiva les había advertido. En ese entonces, Markandeya ya era un yogui consumado y se concentró en su práctica.

El día de su decimosexto cumpleaños, Markandeya se refugió en un templo y se sentó al lado de un shiva lingam (un símbolo de conciencia divina) para realizar su adoración y meditación. Cuando los mensajeros del señor Yama, el amo de la muerte, arribaron para llevárselo, lo encontraron tan absorto en sus oraciones que no pudieron completar su misión.

Al regresar con Yama, le contaron su dilema, así que el mismo Yama viajó al templo para terminar con la tarea. Le pidió a Markandeya seguir con las leyes naturales de la vida y la muerte, e irse voluntariamente, pero Markandeya abrazó el shiva lingam y se rindió a su protección. Entonces, Yama lanzó su lazo para atrapar a Markandeya, pero también amarró el lingam y, de inmediato, Shiva emergió del amuleto enfurecido. Yama había tirado el lazo demasiado lejos, pues no tenía autorización de envolver a Shiva mismo.

Como consecuencia de su profanidad, Shiva asesinó a Yama, mientras los otros dioses miraban consternados. Temiendo que la muerte de Yama desequilibraría el orden del universo, los dioses le pidieron a Shiva que resucitara al dios de la muerte y, al final, Shiva accedió. Pero recordó que la devoción de Markandeya fue lo que lo protegió, por lo que lo bendijo a vivir como un sabio de dieciséis años por toda la eternidad. Es por ello que existe una antigua creencia que nos dice que el alma consagrada de Markandeya todavía se mueve a través del universo.

Shiva: el refugio de la bondad

La historia de Markandeya abre las puertas a una vasta herencia espiritual con la misteriosa figura de Shiva en el núcleo. El señor Shiva es de naturaleza dual. Defiende el orden universal con feroz resolución, destruye las ataduras y libera a sus devotos de la ignorancia. Él es el que controla y disuelve internamente, quien provoca que la búsqueda compulsiva de la pasión, e incluso la vida misma, llegue a su final natural. Este aspecto de Shiva se refleja en su antiguo nombre Ruda, “el que aúlla”. Por otro lado, el nombre más común, Shiva, significa “auspicioso, amable o bondadoso”. La compasión está en la naturaleza de Shiva. Él es un refugio de bondad y un dador de bendiciones. Con ternura y una mano firme, guía a quienes aspiran a la autorrealización y alivia el sufrimiento que existe en el universo.

Shiva personifica la conciencia pura. Se manifiesta en el universo y existe en él como una red en la que está tejida cada partícula y ser. Sin embargo, no se ve afectado por los encantos y tentaciones del mundo, mientras silenciosamente sostiene todo lo que se mueve en una presencia inamovible. Él es el señor de los Yogis, establecido en meditación.

Él tiene muchos nombres. Para Markandeya es Mrityunjaya, el conquistador de la muerte. Y algunos dicen que ese es el aspecto de Shiva que estaba adorando durante su decimosexto cumpleaños. Pero la conquista de Shiva sobre Yama no nos ofrece una imagen completa de Mrityunjaya, ya que incluso en su aspecto de amo de la muerte, Shiva es tan profundamente cuidadoso como terrible.

El corazón de los Vedas

El gran mantra dedicado a Shiva como Mrityunjaya se encuentra en el Rig Veda (Mandala VII, himno 59), que es atribuido al sabio Vasishtha. El himno en el que se encuentra comienza con 11 estrofas que honran las fuerzas de la naturaleza (las maruts), que se dice son los hijos de Rudra/Shiva. Las maruts controlan las energías de las tormentas, los vientos, los ciclones y las nubes (y, por ende, nutren la luz del cielo). Poseen energía destructiva, pero también protegen los hogares. Cuando actúan en armonía, crean un ambiente de paz y prosperidad.

Vasishtha rinde homenaje a estas fuerzas y después continúa con la estrofa final, un mantra venerado en todas las escrituras. Se conoce como el mantra maha mrityunjaya, el mantra de la gran conquista de la muerte. Tiene muchos nombres y formas. Es llamado el mantra de Rudra, en referencia al aspecto colérico de Shiva, también como el mantra tryambakam, que alude a los tres ojos de Shiva y a veces se denomina como el mantra mrita-sanjivini, porque es un componente de la práctica de la “restauración de la vida” dada al sabio primordial Shukra luego de completar un exhaustivo periodo de austeridad. El mantra maha mrityunjaya es aclamado por los sabios como el corazón de los Vedas. Junto al mantra gayatri ocupa el lugar más importante entre los muchos mantras que existen para la contemplación y la meditación.

El mantra maha mrityunjaya

El texto en sánscrito del mantra dice lo siguiente:

OM. Tryambakam yajamahe

Sugandhim pushti-vardhanam

Urvarukamiva bandhanan

Mrityor mukshiya mamritat

El mantra se divide en cuatro líneas, cada una con ocho sílabas. Las traducciones pueden variar considerablemente. Sin embargo, con un poco de investigación se puede observar que no hay una sola traducción que haga justicia a todos sus niveles de significado (intenta buscar el mantra en la web, por ejemplo). La naturaleza multinivel de las palabras en sánscrito hacen que esto sea casi imposible.

Las diferencias en las traducciones también reflejan el hecho de que los sonidos de los mantras son más importantes para los practicantes que su traducción exacta. Como la música, la resonancia de estos sonidos atrae la mente y la conduce a una experiencia interna. El significado literal del mantra tiene un papel secundario.

Pero, aún así, es importante entender el mantra con la finalidad de desarrollar la fe en el mismo. Las palabras individuales del mantra transmiten su calidad fortalecedora e, incluso en nuestro idioma, son un soporte vital. Nos llenan con el sentimiento de que una gran fuerza de bondad trabaja dentro de nosotros, apoyando nuestro crecimiento, levantándonos en momentos difíciles y ayudándonos a recordar, incluso a mitad de nuestras ocupadas vidas, el objetivo superior de la vida misma.

Conquistando el miedo

Se dice que hubo un tiempo en que no había muerte. Pero el mundo se congestionó y sus recursos se acercaron al agotamiento total. Así que se le dio a Yama la función de darle la muerte a los seres para restaurar el equilibrio de la naturaleza y aliviar el sufrimiento del planeta.

La muerte necesitaba sirvientes para cumplir con el trabajo. Enfermedades, hambrunas, accidentes y la vejez actuaron como sus mensajeros. Pero, sin entender su lugar en el orden del universo, los seres vivos empezaron a temer a la muerte. Fueron testigos de la muerte prematura y les preocupaba ser llevados antes de su tiempo apropiado. Cuando llegaba ese momento, el miedo a la muerte producía un sufrimiento todavía mayor.

Para superar este miedo, se dice que el señor Shiva en persona regaló a la humanidad el mantra maha mrityunjaya. Cada vez que hay languidez, estrés, pena y enfermedad, o cuando el miedo a la muerte se entromete en la conciencia, se emplea este gran mantra para curar, para mantener la vitalidad y para refugiarse.

El mantra maha mrityunjaya es uno de los más importantes en el yoga porque restaura la salud y la felicidad, además de traer la calma ante la muerte.

El mantra maha mrityunjaya es uno de los más importantes en el yoga porque restaura la salud y la felicidad, además de traer la calma ante la muerte. Cuando  la valentía o la determinación se bloquean, el poder del mantra aparece para superar los obstáculos. Despierta una fuerza curativa que alcanza lo más profundo del cuerpo y la mente.

De la misma forma en que una planta reúne los nutrientes del suelo con suma paciencia, así es como las fuerzas de la curación ingresan al cuerpo humano por medio de la comida, las medicinas, las emociones de apoyo y los pensamientos alentadores. El mantra maha mrityunjaya atrae esas fuerzas y crea un ambiente interno para mejorar su efectividad. Es por ello que se convierte en un mantra usado cada vez que se requiere de un proceso restaurador.

El mantra puede ser recitado cuando se toman medicinas, ya que prepara al cuerpo y la mente para hacer un mejor uso de estas. En India, cuando se coloca ceniza (bhasma) en el cuerpo (como un acto medicinal o espiritual) se recita el mantra. Y así, cuando nos enfrentamos a cuestiones de salud, vitalidad, nutrición o libertad asociadas con la llegada de la muerte, el mantra maha mrityunjaya aparece naturalmente como remedio y consuelo.

También se dice que aquellos con profesiones relacionadas con la curación se beneficiarán al recitar el mantra maha mrityunjaya con regularidad. A través de este mantra, tomarán energías de una reserva infinita y podrán prevenir el agotamiento mientras abren un canal de curación con el cual se puede nutrir la vida.

Despertando la fuerza de la curación

Abundan las historias que glorifican a Shiva como Mrityunjaya y que ensalzan la práctica del mantra. Muchas de ellas son alegóricas (unen personajes y tramas con significados simbólicos); otras son principalmente inspiradoras; y otras revelan detalles de prácticas específicas.

El poder del mantra fue explicado por Shiva en el Netra Tantra, una conversación registrada entre Shiva y su esposa, Parvati. Al inicio del texto, Parvati pregunta: “Tus ojos son tan hermosos y están llenos de lágrimas de compasión. ¿Cómo es posible que desde esos ojos brille la terrible llama capaz de reducir a la mismísima muerte a cenizas?”

Shiva le responde: “Únete en yoga, oh Parvati, porque solo así podrás entender cómo el fuego inherente en mis ojos es el elixir inmortal. La luz en mis ojos es omnipresente. Sigue todas las direcciones y reside en todos los estados del despertar y el sueño. Es la fuente de vida para todos los seres vivos. Solo puede conocerse a través de la práctica del yoga y nunca podrá ser experimentada por quienes carecen de esfuerzo propio.

”La luz en mis ojos es la misma que el propio resplandor. Es evidente por sí mismo. Es la forma más elevada de fuerza interna. Es eterna y es ojas (la energía radiante que infunde la vida en la materia). Es el poder de la voluntad, la indomable voluntad del alma. En ella, yace la semilla de la omnisciencia, el poder del saber y el poder de actuar. Es a través de esta fuerza, intrínseca a mí, que puedo crear y destruir.

”Todo el universo está lleno y sostenido por esta energía. De hecho, mis ojos son los poderes de la voluntad, el conocimiento y la acción. Son la fuente de la inmortalidad, la fuerza suprema de curación y nutrición. Son la encarnación de mi radiante vitalidad. Los conocedores de la ciencia del mantra lo llaman Mrityunjaya, “el conquistador de la muerte”. Le permite a uno liberarse de todas las formas de miseria, porque es el destructor de las enfermedades. La meditación en esta brillante luz que se manifiesta en la forma del mantra Mrityunjaya enfría el fuego abrasador de la pobreza mundana y espiritual. Es pura, pacífica e infalible.

”La luz de este shakti mántrico supera la de millones de soles. Es con este fuego de energía divina radiante que destruyo en un instante el mundo y respiro vida en el mismo. No hay nada más allá de este poder…

“Con este mantra uno puede conquistar todos los enemigos del ser (la ira, el odio, la envidia y la avaricia). Es la fuente de la longevidad, la salud y el bienestar… Asumiendo distintas formas, el poder de esta luz, el mantra de Mrityunjaya, impregna todo el universo. Es la fuente de toda protección física, mental y espiritual. No hay misterio mayor a este, el misterio de mis ojos, el fuego que reside en ellos y cómo el fuego se manifiesta en la forma del mantra de Mrityunjaya”.

—Extraído del Netra Tantra, traducido por el doctor Pandit Rajmani Tigunait.

Cómo usar este mantra curativo

Inspirados por tales palabras e instruidos por maestros que preservaron las tradiciones de la práctica, muchos meditadores han hecho del mantra maha mrityunjaya parte de sus rutinas diarias. No hay restricciones en cuanto a quién puede aprenderlo ni practicarlo, tampoco es necesario aceptar la mitología que lo rodea. Es suficiente con abordarlo con respeto.

El primer paso es aprender a recitarlo correctamente. Aunque puede parecer largo, solo tiene 32 sílabas y puede memorizarse con un poco de esfuerzo. La repetición lenta, combinada con una revisión del significado de cada palabra, ayudará a recordarlas.

Una vez que aprendas el mantra, tráelo a tu mente una vez que comiences con tu meditación diaria, como una forma de invocación en tu práctica regular. Después de calmar el cuerpo y la mente, haz 3, 11, 21 o incluso 36 recitaciones, y permite que la mente absorba los sonidos y ritmos de cada línea. Deja que el mantra atraiga tu conciencia al centro del corazón o entre las cejas, lo que sea más natural para ti, y usa ese centro como el punto focal de tu conciencia. Si estás recitando el mantra para ayudarte con un problema de salud, enfoca tu conciencia en el centro del ombligo.

En algún punto, es posible que quieras hacer más repeticiones en un tiempo determinado. Pueden existir varias razones para ello. Podrías estar atravesando un momento de baja energía o mala salud, podrías estar buscando un sentido más profundo de seguridad o confianza, podrías sentirte estresado o agobiado por eventos o apegos en tu vida, o incluso podrías estar pensando en que se acerca tu propia muerte o la muerte de alguien a quien le dedicas tu práctica.

No obstante, a menudo, los sentimientos que acercan a alguien a esta práctica no son provocados todo el tiempo por problemas de salud, sino por un impulso profundo de ser parte de la armonía que se despliega en la vida misma. La cualidad revitalizadora del mantra actúa en la mente y corazón del humano como las fuerzas de la luz, el agua y el suelo en la vida de una planta. El mantra amplifica esas cualidades de la personalidad que le dan a nuestras vidas un propósito y un significado.

Usa una mala (cuerda con 108 cuentas) para llevar la cuenta en tu práctica. Considera una mala completa como 100 repeticiones del mantra. Una práctica satisfactoria es la de completar 8.000 repeticiones en 40 días. Esto puede lograrse al completar una mala en la mañana y otra en la tarde.

Cada día, antes de iniciar, recuerda al vidente del mantra maha mrityunjaya, el sabio Vasishtha. Simplemente acerca su espíritu a tu mente con respeto. Entonces, puedes comenzar tu práctica. Con el tiempo, te darás cuenta que una o dos malas al día se convertirán en un elemento habitual en tu vida.

Vitalidad radiante

Al final, muchas de las razones que hay para practicar este mantra se unen entre sí. Ya sea que quieras mejorar tu vida o ayudar en la transición de la muerte, este mantra es, en última instancia, un medio para la autorrealización. La conciencia que inspira no es otra que la profunda e interminable conciencia del Ser que habita en nosotros.

En este sentido, la historia de Markandeya es alegórica y nos recuerda que el templo de la vida humana es el cuerpo. Las oraciones y actos de adoración culminan en la meditación y el lingam interno que nos bendice con inmortalidad es la energía fluyendo desde la base de la columna hasta la coronilla. Despertar esa energía fue el acto de fe de Markandeya.

Las palabras de otro de los antiguos sabios, Suta, nos apuntan en una dirección similar y nos inspiran a iniciar nuestra propia práctica. Además, son un buen cierre para este artículo.

Oh sabios de lo bueno y de los ritos sagrados, no hay otro señor tan misericordioso como Tryambaka. Él es apaciguado y deleitado con facilidad. Ciertamente, así es con el mantra maha mrityunjaya. Quien está unido a este, cualquiera que sea su súplica, se liberará sin duda alguna del apego y a través de la meditación se convertirá en uno solo con el mismo infinito.

Acerca del Maestro

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Rolf Sovik
President and Spiritual Director of the Himalayan Institute and a clinical psychologist in private practice,... Leer más