Guía de los bandhas para principiantes

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Algunas prácticas de yoga están diseñadas para lograr lo inesperado. En vez de calmar el flujo de energía, lo intensifican. En lugar de enfriar el cuerpo, dan calor y vigor. En vez de dejar que la energía fluya a través de los caminos habituales, restringen los canales normales y la obligan a encontrar rutas menos convencionales.

Algunas prácticas de yoga están diseñadas para lograr lo inesperado.

Los bloqueos yóguicos internos (bandhas) son un ejemplo de este tipo de técnicas paradójicas. Para entender por qué se practican, deben ponerse en contexto. ¿Qué se busca al cerrar la garganta (jalandhara bandha), al contraer y levantar el abdomen (uddiyana bandha) o al empujar hacia adentro el centro del suelo pélvico (mula bandha)? Podemos vislumbrar el razonamiento detrás de estas prácticas con la ayuda de teorías extraídas del hatha, tantra y yoga kundalini. En este recorrido, nos encontraremos mirando más allá de los beneficios a corto plazo que nos brinda el yoga para observar sus objetivos trascendentales.

DANDO FORMA A LOS PATRONES DE ENERGÍA

Tal como los diseños cambiantes de un caleidoscopio, los patrones de energía dentro del cuerpo y la mente se reconstruyen continuamente. Cada patrón temporal es un rico entramado, la manifestación de interacciones complejas y múltiples capas de actividad. Y así como la terminal de un aeropuerto no solo está repleta de viajeros, sino también de la tripulación de vuelo, vendedores de boletos, cargadores de equipaje, personal de mantenimiento y comerciantes, el organismo humano funciona en varios niveles simultáneamente.

Cada patrón individual de energía es una configuración de cinco funciones energéticas primarias, llamadas las cinco fuerzas del Prana. Entre ellas, las dos más destacadas son el prana (con la "p" en minúscula) y el apana, que son las fuerzas que regulan la ingesta y la eliminación de la energía. La ingesta de energía o prana, se caracteriza por un proceso de movimiento ascendente ("llenado") y se asocia con el pecho y la garganta. Allí se controla la absorción de aire, agua y alimento. El apana o la eliminación, se representa como un proceso de movimiento descendente ("vaciado") y se asimila con el bajo vientre y el suelo pélvico; gobierna funciones como la micción, defecación y la menstruación.

La tercera función de Prana, samana, se concentra en la región del ombligo (el plexo solar) y domina la absorción de energía. La región del ombligo se asocia con la digestión y con la producción de calor interno. En el sistema kundalini, la energía ardiente de esta zona es simbolizada por un triángulo lleno de llamas, orientado hacia arriba, con su base uniendo ambos lados de la parte superior de la pelvis y su ápice en la parte inferior del esternón. Desde este centro, la energía se irradia hacia el resto del cuerpo a través de los canales conocidos como nadis.

Las actividades de prana, apana y samana, junto con las otras dos funciones del Prana (vyana y udana, las fuerzas implicadas en la distribución de energía dentro del cuerpo y la mente y en ciertas funciones especiales como el lenguaje) constituyen una capa en el patrón de la energía del ser humano. Pero, para comprender el rol de estos bloqueos yóguicos, debemos dar una breve mirada a otras dos dimensiones de la energía. De estas dos dimensiones, la primera es el papel que juegan los cambios en el patrón de energía a medida que transcurre la jornada.

ENERGÍAS OSCILANTES

Se dice que la fuerza del Prana es como un ave sujeta a su percha por dos fuertes ataduras. El ave intenta buscar su libertad, primero volando en una dirección y luego en otra, pero no puede escapar. Del mismo modo, la fuerza del Prana está sujeta por dos energías internas —o forma de funcionamiento— pero, en este caso, las dos energías pueden fusionarse y lograr la liberación.

Se dice que la fuerza del Prana es como un ave sujeta a su percha por dos fuertes ataduras.

La primera forma de funcionamiento se expresa en la sílaba “ha” y en palabras tales como solar, masculino, racional, activo y calentar (como el yang chino). Esta energía solar fluye por un canal (nadi) llamado pingala, que finaliza en la fosa nasal derecha. La segunda forma de energía es expresado por la sílaba "tha" y en palabras como lunar, femenino, intuitivo, receptivo y enfriar (como el ying chino). Fluye por un canal conocido como ida, que termina en la fosa nasal izquierda. Las sutiles oscilaciones de estas energías dan forma a nuestras experiencias cotidianas, influyendo profundamente en el funcionamiento físico como en el mental (cuando estas sílabas mántricas se unen, forman la palabra hatha, un sistema de yoga diseñado para regular y transformar la autoconciencia humana).

Los practicantes de yoga kundalini explican que cuando estas energías duales de la vida están verdaderamente integradas, se desarrolla una interioridad natural en la mente y se comienza a desarrollar una conciencia trascendental. En ese momento, se dice, el Prana —la energía de la conciencia— fluye hacia arriba en un solo canal central —denominado sushumna— a través de la columna vertebral.

Este concepto de dos energías dispares pero complementarias que se fusionan en un canal único que conduce a la liberación se observa profusamente en la cultura tradicional india. Lo podemos observar en la unión de los ríos Ganges y Yamuna en el río subterráneo Sarasvati en Allahabad o en la fusión del día y la noche durante el amanecer o el anochecer. También se expresa en la sugerencia de la antigua enseñanza que propone que cuando la intuición y la lógica se unen, entonces surge una sabiduría superior.

NORTE Y SUR

La segunda influencia en el patrón de energía interna proviene de la polaridad natural del eje de la columna. La parte superior de la columna se describe como el polo positivo o polo norte, mientras que la terminación inferior es el polo negativo o polo sur. Las palabras "norte" y "sur" dan un sentido de dirección, pero podría resultar más útil pensar en el significado de estos polos en relación con nuestra capacidad de ser autoconscientes.

Por ejemplo, cuando nuestros pensamientos y acciones son instintivos y se manifiestan con una escasa autorreflexión o conciencia interna, quiere decir que los patrones de energía han sido impulsados principalmente por los centros energéticos inferiores de la columna. Allí, la mente es dominada por miedos, deseos y anhelos insatisfechos, así como por el impulso de controlar las relaciones y el entorno.

Pero a medida que se desarrolla la autoconciencia, estas mismas energías se transfiguran. El miedo se transforma en valentía; los anhelos dan paso a la moderación y al deseo de dar al prójimo, el impulso de dominar las relaciones cede ante la satisfacción de trabajar en coordinación con otras personas y con el entorno. Por todo esto, los maestros de la tradición yóguica aseguran que la autoconciencia atrae la energía del polo sur y la eleva.

TRES BLOQUEOS INTERNOS

Para dar orden a los complejos patrones de energías internas y preparar el cuerpo como herramienta para el desarrollo de la autoconciencia, los maestros tántricos explicaron cómo funcionan los distintos bloqueos internos. Luego, los yoguis hata los adaptaron. Tres de estos bloqueos (bloqueo de garganta, de estómago o abdomen y raíz) son parte de prácticas fundamentales del yoga que pueden aprenderse con relativa facilidad y luego perfeccionarse durante un largo período de práctica.

Los bloqueos de garganta y raíz funcionan, en cierto sentido, como sello de los extremos superior e inferior de la columna vertebral. Según los adeptos, el bloqueo de garganta impide temporalmente que ascienda el prana y restringe el flujo de energía a través de ida y pingala. El bloqueo de raíz impide el movimiento descendente de apana y devuelve esta energía a la región del ombligo. Se dice que cuando las fuerzas ascendentes y descendentes se bloquean y están forzadas a aproximarse la una a la otra, funcionan como dos varas que se frotan juntas: producen calor. Y este calor se intensifica por la aplicación del bloqueo de estómago.

Según los adeptos, el bloqueo de garganta impide temporalmente que ascienda el prana y restringe el flujo de energía a través de ida y pingala.

La concentración de energía se incrementa con la práctica. Se dice que finalmente sucede un fenómeno impresionante: en practicantes muy avanzados, el calor intenso creado por los bloqueos junto a la retención de la respiración, despierta la conciencia y la eleva a través del recorrido central de la columna. Se mueve desde la base de la columna hacia el polo superior, desde el miedo y el deseo instintivo hacia la autoconciencia iluminada. Esa es la meta del yoga.

COMENZANDO

Combinar estos bloqueos puede en última instancia producir resultados muy dramáticos, pero no tiene sentido imaginar que el simple movimiento de los músculos puede redefinir milagrosamente patrones de pensamiento y sensaciones tan arraigados. Estas prácticas deben integrarse en todo el complemento de disciplinas y filosofías del yoga para que surtan efecto. Nuestro objetivo inicial es el de fomentar la conciencia y el autocontrol, que por sí solos conllevan múltiples beneficios:

  • Mejora de la digestión y la eliminación

  • Estimulante de la energía

  • Limpieza de los canales energéticos

  • Tonificación de los órganos viscerales

  • Mejora del funcionamiento general del canal digestivo

  • Prepara la mente para la meditación

  • Mejora la concentración

  • Ayuda a aliviar la depresión

Por supuesto, hay algunas precauciones y restricciones que debes tener en cuenta cuidadosamente. En general, no deberías practicar estos bloqueos si:

  • Estás teniendo tu periodo menstrual

  • Tienes presión arterial alta o baja

  • Sufres de una hernia

  • Tienes una úlcera estomacal o en los intestinos

  • Padeces o has padecido de algún trauma o enfermedad abdominal

  • Tienes glaucoma

  • Sufres de alguna enfermedad del corazón

Por último, acuérdate de practicar con el estómago vacío y, antes de comenzar, evacúa la vejiga y los intestinos.

LOS TRES BLOQUEOS

La sencilla técnica que explicamos a continuación combina los tres bloqueos. Claro que no es el único método para ejecutarlos, pero es una buena forma de comenzar y se puede integrar fácilmente en nuestra práctica de asana. Cada bloqueo debe aprenderse de manera individual. Aquí compartimos una breve descripción de cada uno:

BLOQUEO DE GARGANTA: JALANDHARA BANDHA

El bloqueo de garganta (también llamado bloqueo del mentón) restringe el flujo ascendente de energía. Se emplea con mayor frecuencia al retener la respiración, pero también puede practicarse sin necesidad de contenerla.

  • Siéntate en una postura meditativa con la cabeza, el cuello y el tronco erguidos.

  • Eleva ligeramente el esternón y la parte superior de la caja torácica, llevándolas hacia el mentón.

  • Baja el mentón y la mandíbula, colocándolas junto (o cerca) del área superior del pecho, en el espacio ubicado entre las clavículas. Si no puedes tocar la parte superior del pecho, coloca una toalla enrollada debajo de la barbilla.

  • No tenses el cuello, no lo inclines hacia un lado ni hagas esfuerzos para tocar el pecho con la barbilla.

  • Respira cinco veces uniformemente. Levanta la cabeza y vuelve a la posición inicial.

BLOQUEO DE RAÍZ: MULA BANDHA

El suelo pélvico es un área en forma de diamante en donde se ubican el ano, los genitales y el perineo (la pequeña zona entre el ano y los genitales). El bloqueo de la raíz se logra al contraer el perineo.

  • Siéntate derecho en una postura meditativa.

  • Inhala. Contrae todo el suelo pélvico, tirando hacia adentro y arriba. Exhala, suelta el aire suavemente. Repite diez veces.

  • Practica las mismas contracciones pero al ritmo contrario de la respiración, contrayendo en la exhalación y relajando en la inhalación.

  • Ahora enfócate en el perineo, el área entre el ano y los genitales. Inhala, contrae y tira en esa parte hacia adentro y hacia arriba. Exhala y relaja.

  • Nuevamente, respira con el ritmo invertido. Realiza la contracción junto a la exhalación y relaja al inhalar.

  • Practica unas cuantas sesiones hasta que puedas aislar las sensaciones en el periné mientras lo contraes. Mantén la contracción a medida que continúas respirando durante diez o más veces.

BLOQUEO DE ESTÓMAGO: UDDIYANA BANDHA

El término uddiyana significa "tomar vuelo". En esta práctica, se retiene la respiración mientras la pared abdominal se empuja hacia adentro y el contenido del abdomen sube. Esto produce un vacío en la base de la caja torácica. La inhalación ocurre una vez se libera la contracción abdominal. Es importante que sigas los pasos de esta práctica cuidadosamente. Sin la guía de un instructor experimentado, la retención de la respiración no debe prolongarse.

El término uddiyana significa "tomar vuelo"

  • Párate con los pies separados, las rodillas flexionadas y las manos en los muslos, justo por encima de las rodillas. Mantén los codos rectos. Desplaza el peso de la parte superior del cuerpo sobre los brazos.

  • Exhala lentamente.

  • Sostén la respiración (sin aplicar el bloqueo de garganta).

  • Ahora, trae el abdomen hacia adentro y hacia arriba. No lo esfuerces, pero sé firme.

  • Quédate así durante unos segundos.

  • Libera el abdomen suavemente y de manera controlada.

  • Una vez que liberes el abdomen por completo, inhala suavemente, sin agitarte o aspirar mucho aire de pronto.

  • Respira con naturalidad y suavidad hasta que la respiración vuelva a la normalidad.

  • Repite un máximo de dos veces.

COMBINANDO LOS BLOQUEOS

Una vez hayas dominado cada práctica de manera individual, puedes combinarlas de la siguiente forma:

  • Párate con los pies separados, las rodillas dobladas y las manos en los muslos justo por encima de las rodillas. Deja los codos derechos. Desplaza el peso de la parte superior del cuerpo sobre los brazos.

  • Exhala lentamente y retén la respiración.

  • Aplica el bloqueo de garganta, jalandhara bandha.

  • Contrae el abdomen y realiza el bloqueo de estómago, uddiyana bandha.

  • Una vez que realices estos dos bloqueos, establece el bloqueo de raíz, mula bandha.

  • Quédate así durante tres a cinco segundos.

Libera controladamente y en el siguiente orden:

  • Libera la contracción abdominal (lo cual debilitará naturalmente la fuerza del bloqueo de raíz). 

  • Libera el bloqueo de garganta.

  • Libera por completo el bloqueo de raíz mientras respiras lentamente y sin agitarte.

  • Respira con naturalidad y suavidad hasta que la respiración vuelva a la normalidad.

Repite esto un máximo de dos veces.

Esta práctica evolucionará con el tiempo y no debe apresurarse. Realízala solo una vez por día. Si sientes alguna presión en los ojos o en las sienes o tienes dificultad para respirar, quiere decir que sobrepasaste tu capacidad.

Esta es una práctica inicial que, con supervisión, puede profundizarse. Descubrirás que la confianza y el control que ganes en este nivel con una cuidadosa práctica, allanará el camino para la próxima. Además, será un buen comienzo para conocer los grandes beneficios que se describen en los textos del yoga.

Acerca del Maestro

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Rolf Sovik
President and Spiritual Director of the Himalayan Institute and a clinical psychologist in private practice,... Leer más