Lo intentas, quizá de nuevo o por primera vez, pero hay algo que no termina de fluir y funcionar. ¿Será que tu Dosha predominante es importante a la hora de elegir una técnica de Meditación?
Esta ya famosa palabra en sánscrito que usamos en Ayurveda desde hace 5000 años se traduce como fuerza, organización, vicio, tendencia y nos ayuda a comprender cómo funciona la vida.
Dosha Vata, conformado por el Espacio que contiene al Aire, tiene el Dharma del movimiento, del transporte, del desplazamiento, así que todo lo que se mueve dentro y fuera de nuestro cuerpo es gracias a esta energía.
Dosha Pitta, la fuerza de la digestión y la transformación, se encarga de metabolizar, de convertir lo que recibe en algo que pueda aprovechar y se forma de la unión del agua que contiene al fuego, por lo que todo lo que, a nivel profundo y químico se transforma es la manifestación de este dosha.
Dosha Kapha o la nutrición y protección, nos provee de toda la materia y solidez de nuestro cuerpo ayudándonos a construir estabilidad y seguridad gracias a la unión de la tierra que contiene al agua y que se manifiesta en toda la vida, dentro y fuera de nosotros.
Los Doshas viven en nuestro cuerpo (1) en una relación armónica o naturaleza personal a la que denominamos Prakruti, que es nuestra combinación única de movimiento o Vata, de digestión o Pitta y de nutrición o Kapha. Por eso es importante conocer cuál es nuestra unión de Doshas, porque es a partir de ella que podremos tomar decisiones sobre lo que dejamos entrar a través de nuestros sentidos y que se convertirá en nuestro cuerpo y mente.
Sin embargo, los Doshas no viven en nuestra mente.
Nuestra mente está por naturaleza, en continuo movimiento, fluyendo de un lado a otro de nuestro cuerpo, recibiendo todo el tiempo la información de los sentidos y convirtiéndola en lo que piensas. Para conocer la naturaleza de nuestra mente debemos revisar el concepto de los Gunas Sattva, Rajas y Tamas y su relación con los Doshas. Sattva o Pureza, es la fuerza de la Paz, de la Calma y nos habla de mente entrenada, ordenada y con conciencia de su función y su lugar. Una mente que reconoce la fuerza superior y comprende profundamente la fuerza del ser. Esta fuerza suele tener tendencia a desarrollarse en aquellas personas que tienen predominante Pitta por la manifestación de la luz que da el fuego.
Rajas o Actividad es la energía que te mueve, que impulsa, que te lleva a hacer y hacer, muchas veces con una dirección poco clara, que nos lleva a ocuparnos todo el tiempo, a tener la mente sobre activa y que no nos deja tocar la paz ni el momento presente. Rajas es una guna que se manifiesta en las personas con Dosha Vata predominante por el movimiento del aire que es justamente así, actividad y desplazamiento constante.
Tamas, la oscuridad, pasividad e incluso autodestrucción, es la guna que se manifiesta en aquella inmovilidad y pesadez de lo que ya es, de lo estable que, si bien nos da seguridad y nos ayuda a descansar y desconectarnos, también se puede convertir en la inmovilidad que nos impida crecer y cambiar. Esta guna se siente más fuerte en las personas que tienen un predominante Kapha en su Prakruti, por el elemento tierra que se manifiesta en esa estabilidad que fácilmente puede convertirse en rigidez.
Si bien, esta poderosa práctica tiene un sin fin de beneficios por donde se le estudie, tanto en Occidente como en Oriente. Hablando desde Ayurveda, debemos empezar acercándonos a ella para pacificar la fuerza de nuestros doshas en el cuerpo a través de pacificar la tendencia de los Gunas en nuestra mente. Es decir, ¿cómo elegir la técnica de meditación que nos ayude, primero, a poder equilibrar la fuerza poderosa de los gunas en nuestra mente (incluso Sattva que el Bhagadvita nos dice que es también una ilusión y atadura) (2) que como consecuencia nos ayudará a pacificar los doshas en nuestro cuerpo? Porque sí, una de las mayores causas de desequilibrio en nuestra vida viene de ahí, del sobre uso, poco uso o mal uso de nuestra mente, nuestros sentidos y nuestro tiempo (3).
“Similar incrementa similar, contrario lo equilibra”
Siguiendo esta máxima de Ayurveda para la generación del equilibrio y aplicándola a la mente y la meditación, entendemos que podemos elegir, de manera consciente y buscando pacificar las fuerzas de los doshas en nuestro cuerpo y las gunas en nuestra mente, técnicas de meditación que nos ayuden a empoderarnos de nuestro balance y lograr el Yoga o unión con lo divino.
Es importante mencionar que, si bien, cada dosha predominante tiene una tendencia hacia cierta Guna, nuestra mente cambia tan rápido a partir de lo que entra por nuestros sentidos que podemos experimentar una o varias de un momento a otro. Así que, antes de meditar reconoce cuál es la guna que más sientes en ti y pacifícala con estas técnicas.
Para pacificar Tamas, la fuerza de lo letárgico, cuando sientes que no quieres hacer nada, que el cuerpo te pesa, que la mente está estancada, que hay incluso depresión o acciones autodestructivas: elige meditación en movimiento. Como por ejemplo, Yoga Asana en secuencias ya conocidas por ti, dejándote llevar por el ritmo de música que te active, como ritmos africanos, percusiones, tambores. Baila, deja que tu cuerpo se invada de Rasa o Jugo de vida y déjalo llevarte a reconocer la ligereza, el gozo del movimiento, el impulso de danzar por la vida. Si nace de tu corazón en el momento, canta y libera la energía de tu cuerpo llevándola a los chakras superiores.
Para pacificar Rajas, la fuerza de la actividad, en aquellos momentos en que sientes la cabeza llena de planes, cuando dejas pendientes a la mitad porque se te ocurrió algo más, cuando el cuerpo incluso se mueve solo, no puede dormir o no se concentra: elige meditación sincronizada con tu respiración. Por ejemplo, sentada en el piso (para conectar con la tierra a través de tus chakras inferiores), dirige todo ese movimiento que eres hacia tus manos en mudra de oración y cada vez que inhalas sube en 5 tiempos, retén en 5, baja en 5 y retén de nuevo 5 tiempos. Es importante que si te sientes en Rajas no busques la inmovilidad en tu meditación, pues esa necesidad de movimiento se concentrará en la mente y tendrás esas experiencias de no poder calmarla. Al contrario, dirige ese poder del movimiento en la mente a través de guiar tu respiración al cuerpo y sincronizarás su fuerza.
Si tu mente está en Sattva, en paz y calma, siéntate en inmovilidad y medita con la meditación del Cuenco vacío, colocando tus manos sobre las rodillas, con las palmas hacia arriba y en forma de cuenco, sintiendo la sensación de tus manos tocando tus piernas, su textura, temperatura, movimiento. Luego viaja a la sensación de tus rodillas sintiendo el peso de tus manos, su textura, movimiento. Viaja poco a poco a través de las sensaciones de tu cuerpo y date cuenta cómo te das cuenta, activa tu ojo de testigo, el que se da cuenta que meditas, pero no se identifica con eso, el que se da cuenta que te das cuenta, creando un vacío de ser dentro de ti, un vacío dispuesto a ser llenado con gracia divina, un espacio listo para generar calma y paz y compartirla cada vez que respiras. Obsérvate a ti mismo meditando y observa cómo te observas meditando, esta manifestación viva de ti, de tu alma en esta experiencia, conectada con todo lo divino, con todo lo que es y que vive en ti.
Ninguna meditación o técnica es mejor que la otra, porque somos seres en cambio constante, cada vez un cambio más consciente generado por nuestra relación con todo lo que nos rodea y generándonos equilibrio. Y aunque buscamos vivir en Sattva para dar el paso poco a poco a trascenderlo, es válido, a veces, estar en Rajas y Tamas. Lo importante es realizar la acción para equilibrarlas y no dejar que se conviertan en causa de nuestros desbalances a todo nivel.
Si tienes dudas o preguntas, recuerda que siempre puedes contactarnos a través de Ayurveda Urbana en todas nuestras redes.
[1.] Es importante recordar que como menciona Caraka, el gran maestro y médico ancestral Ayurveda sobre el que aún se basan muchos conocimientos de esta sabiduría nos dice en su libro Caraka Samhita, Suthasthana, Vol 1 Cap 1 Sutra 57, “Vata, Pitta y Kapha son los doshas físicos. Sattva, Rajas y Tamas son las características de la mente”
[2.] Bhagavadgita, Cap. 14, verso 20
[3].Caraka Samhita, Sutrasthana, Vol 1 Cap 1, Sut 54 [3.] Caraka Samhita, Sutrasthana, Vol 1 Cap 1, Sut 54