Noelia Insa y su conexión con el yoga

Soy Noelia Insa. Conocí el yoga por primera vez en la adolescencia y desde entonces siempre ha formado parte de mi vida, de una forma u otra. No siempre me he dedicado profesionalmente al yoga. De hecho, me licencié en Derecho y ejercí como abogada durante unos años. Más tarde, me di cuenta de que la abogacía no era lo mío, así que estudié Filología Hispánica y obtuve una plaza como profesora de Lengua y Literatura Castellana. Por circunstancias familiares, poco después de que naciera mi hija, tuve que trasladarme a vivir a San Francisco, California. Fue allí donde realicé mi primera formación de 200 horas. La hice para profundizar más en mi propia práctica y para conocer mejor la antigua disciplina del yoga. No tenía intención de dedicarme profesionalmente al yoga. Sin embargo, cuando concluí la formación, sentí la necesidad de compartir y transmitir a los demás todo lo que había aprendido, no solo en ese primer curso y otros que le siguieron sino a lo largo de todos mis años de práctica. Quería poder compartir con los demás todos los beneficios que el yoga había aportado a mi vida.

Cuando te das cuenta del tesoro que constituye el yoga, sientes casi la obligación moral de repartirlo. Comencé creando un blog donde escribía sobre yoga: asanas, pranayama, meditación, filosofía, etc. Fue así como nació Insayoga, que a día de hoy sigue siendo una plataforma virtual para la difusión de la disciplina yóguica.

En 2015 comencé a ofrecer Programas de Yoga Online, cuando todavía no estaba muy de moda, al menos para el público en español. Al mismo tiempo conocí y me inicié en el método de Yoga Vinyasa Krama, emanado del maestro Krishnamacharya. En 2016 tuve la suerte de realizar una formación de profesores avanzada en Vinyasa Krama con el maestro Ramaswami, discípulo directo de Krishnamacharya durante 33 años, una leyenda viva del yoga. Desde entonces, no he dejado de formarme con Ramaswami, no solo en Vinyasa Krama sino también en filosofía del Yoga, estudiando los textos más importantes como los Yoga Sutra, la Bhagavad Gita, las Upanishads, el Yoga Yajnavalkya, las Samkhya Karika, el Yoga Rahasya o el Hatha Yoga Pradipika, entre otros.

Desde 2017, soy parte de un grupo de trabajo sobre la obra de T. K. Sribhashyam, uno de los hijos de Krishnamacharya, dirigido por Stephen Brandon. Nos reunimos en Wells (Reino Unido) tres veces al año. Actualmente soy profesora y formadora de profesores en el método Vinyasa Krama. Imparto clases, cursos y talleres presenciales y online, y dirijo la Escuela Online de Vinyasa Yoga.

¿De qué estilo de yoga, tradición y / o linaje eres?

Aunque no me gusta mucho la idea de linaje, lo cierto es que he estudiado siempre con maestr@s de la tradición de Krishnamacharya. La mayoría de mis clases siguen el método Vinyasa Krama.

Sin embargo, no me gusta etiquetarme ni etiquetar el yoga. Creo que el yoga es muy vasto, y al etiquetarlo en estilos y linajes, lo estamos limitando.

¿Qué podemos encontrar en tus clases de Yoga International?

En mis clases puedes tomar contacto con los principios básicos del método de Yoga Vinyasa Krama y familiarizarte con el uso de una respiración suave, lenta y sincronizada con el movimiento. Mis sesiones contienen asanas y vinyasas (posturas y movimientos), mudras (posturas estáticas), pranayama (técnicas de respiración), y alguna forma de concentración/meditación (dharana y dhyana). Con estas técnicas, intento guiar a mis alumn@s en un viaje hacia adentro. Mis prácticas pretenden ser un entrenamiento en la presencia y la consciencia del cuerpo, la mente y la respiración. También busco que a través de la práctica del yoga, mis alumn@s aprendan a gestionar sus emociones, y adquieran habilidades que les sirvan para llevar una vida más equilibrada, serena y feliz.

¿Qué piensas hoy en día sobre el yoga?

Creo que hoy día el Yoga es más necesario que nunca. El ser humano ha sentido desde siempre la necesidad de mirar hacia adentro, de hacerse preguntas sobre la naturaleza de su existencia, de la consciencia y la identidad. El ser humano es un animal espiritual. Sin embargo, en la actualidad, esta necesidad se siente más acuciante que nunca. Porque hemos construido una sociedad que nos reclama continuamente hacia afuera. Nunca antes el ser humano ha tenido a su disposición tanta información y conocimiento y, sin embargo, o quizá por este mismo motivo, nunca se ha sentido tan desorientado.

Por otra parte, creo que hay un profundo deseo de cambio. El siglo XX fue el más sangriento que ha conocido la humanidad. El siglo XXI empezó con trágicos acontecimientos que sacudieron profundamente los espíritus y las conciencias (la caída de las torres gemelas y otros atentados terroristas masivos). Ahora la pandemia global también ha sembrado el sufrimiento y la perplejidad en tod@s nosotr@s. Ante el desconcierto que han provocado estos hechos, el ser humano necesita un nuevo paradigma, uno que nos libere del desequilibrio. Necesitamos una práctica que nos aporte estabilidad en medio del caos. El Yoga, como disciplina cuyo objetivo es la serenidad de la mente, es un gran antídoto contra la confusión y la incertidumbre.

¿Qué te gusta hacer además de yoga?

Me gusta acompañar a mi hija en su aventura vital y viajar con mi familia. Me entusiasma leer. Leo, sobre todo, filosofía del Yoga, pero también disfruto la poesía y la novela clásica y contemporánea. También me gusta mucho seguir formándome y aprendiendo. Me apasiona mi trabajo de transmisión y difusión del yoga a través de las clases y de mis publicaciones online. Me encanta nadar en el mar, caminar y jugar con Blu, mi compañera chihuahua.

Adoro reírme. Me gusta compartir un buen vino con mis amig@s de toda la vida. Amo el olor del café y el pan tostado, los atardeceres, el jazz, los días de lluvia y las noches de verano... No sé, la lista es infinita. Amo profundamente la vida. Pero sobre todo, me gusta sentarme en silencio conmigo misma y observar, con una sonrisa interna, esta experiencia humana que estoy viviendo.