Se cree que el yoga es una disciplina tranquila y de poca intensidad para simplemente relajarnos, pero esto no es completamente cierto. Su práctica puede ser tan dura y desafiante como la de cualquier otra actividad deportiva. Este tipo de práctica intensa se llama Power Yoga. La misma fue creada en los años 70 en Estados Unidos y es una variante del ashtanga-vinyasa.
El Power Yoga es una meditación en movimiento. Mientras se practican asanas (posturas) de forma dinámica y energizante se logra tonificar el cuerpo y abrir paso a la tranquilidad mental y emocional; mejorando tu equilibrio y flexibilidad. Pero sobretodo, creando conciencia de la respiración y la concentración.
Esta práctica no se apega a ninguna norma rígida, dando espacio a la creatividad y el disfrute y obteniendo los beneficios naturales de cada uno de los estilos más significativos de Yoga.
Practicar Power Yoga desarrolla un cuerpo fuerte y flexible, además de una intensa purificación de la sangre, músculos y órganos internos, y posteriormente del sistema nervioso central.
Cada postura de la práctica fue diseñada para llevar toda la atención al cuerpo y la forma en que funciona. Glándulas, músculos y órganos internos son el foco de cada postura y sus variaciones. Así que, cuando practicas Power Yoga regularmente ayudas a que tu cuerpo permanezca en balance perfecto con tu mente y espíritu.
El Mat de yoga es el lugar perfecto para renovar la mente cada día: “Ahí se encuentran todos los ingredientes necesarios: las dificultades, las dudas, las exigencias, las frustraciones, los miedos, las posibilidades. Te pones a prueba físicamente, y las resistencias mentales salen a la superficie. En este momento puedes hacer dos cosas: o te desmoronas ante la dificultad o te abres paso a través de ella”.
Duración: 1h a 1:30h aproximadamente
Implementos: Bloques, cinta y manta para Yoga. Opcional: Aceites esenciales.
Meditación de apertura: La práctica de Power Yoga es una de las prácticas más completas que hay. Cada práctica empieza tomando un par de respiraciones para conectarnos con nuestra intención. Se toma un par de minutos para hacer respiración consciente inhalando y exhalando profundo por la nariz y así liberar todas las expectativas que se tiene y disfrutar a plenitud de la clase.
Calentamiento: Antes de empezar la práctica de Asanas (posturas) se realiza un calentamiento de las articulaciones para preparar el cuerpo completamente.
Secuencia inicial: Empezamos la práctica de Asanas enfocadas en el calentamiento muscular completo o de la zona que se va a enfocar la clase. Generalmente, la mejor forma para calentar y preparar la totalidad del cuerpo es con saludos al sol.
Secuencia media: Se realiza la práctica intensa de Yoga donde ponemos a prueba los límites de la mente, mientras fortalecemos nuestro cuerpo con posturas desafiantes.
Relajación: Después de un trabajo intenso, llega el momento más importante de la práctica de yoga: el momento para reconectar con nuestro interior, evaluar las sensaciones que nos ha dejado la práctica y disfrutar de una relajación profunda que nos restaura completamente para continuar con nuestras tareas diarias.
Cierre: Se finaliza tomando un par de respiraciones conscientes y cantando OM, el sonido del universo.