Rosemary Atri y su trayectoria en el yoga

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Rosemary Atri nació en la Ciudad de México y conoció el yoga a partir de la lectura del libro de Indra Devi. En realidad, de lo primero que se enamoró fue del entusiasmo por vivir la vida plenamente que encontró en esa apasionada mujer. Indra fue la primera alumna occidental, que a pesar de ser mujer, estudió con Shri T. Krishnamacharya. Rosemary consideró que no se le dió a Indra, en su momento,  el reconocimiento de pionera de esta tradición que ha sido tan relevante en el mundo del yoga, y de la que nacen las escuelas de Iyengar, Ashtanga y Viniyoga, entre otras.

Buscar clases de yoga en México en los 80 's no era tarea fácil pues el yoga se impartía bastante discretamente, ya que mucha gente ni siquiera había escuchado la palabra ¨yoga ¨, o si la habían escuchado, tenía para ellos connotaciones bastante confusas y esotéricas.

Las primeras clases que Rosemary tomó fueron con una extraordinaria mujer llamada Araceli Ancona, discípula directa de Indra Devi, en un pequeño salón. Rosemary sintió gran fascinación por la flexibilidad y temple de una mujer que, para Rosemary, que tenía 18 años, le parecía muy mayor, pero que poseía unas cualidades no comúnmente vistas en esos tiempos en personas mayores de 60 años.

La trayectoria de Rosemary la fue llevando, poco a poco, a tener el privilegio de estudiar con muchos maestros que venían a México en los años 80’s y  90's.  En realidad,  en esos momentos, lo que empezó a reconocerse como serio y profundo era el Método Iyengar, sin por ello despreciar a otros linajes que también tenían un buen lugar.  Rosemary estudió muchos años con maestros de ese linaje, pero a su vez, tuvo la oportunidad de estudiar con muchos otros maestros influidos por las enseñanzas de Shri T. Krishnamacharya, pero que no se consideraban vinculados al Método Iyengar.  No era un tiempo en el que se esperaba una lealtad absoluta a  las distintas escuelas, ni era mal visto explorar distintas propuestas.  Eso le permitió familiarizarse con otros grandes maestros. Entre los maestros que más huella han dejado en su enseñanza se encuentran Donna Farhi, Erich Schiffman, Shandor Remete y Trish O´ Riley, por quien viajó al Yoga Mandiram en Chennai, escuela de T.K.V Desikacharya, hijo de Krishnamacharya. Rosemary obtuvo su certificación de Dona Holleman y Orit sen Gupta, grandes exponentes del yoga.

¿De qué estilo de yoga, tradición y / o linaje eres?

No me considero seguidora de ningún linaje en específico, pero honro todas esas enseñanzas que marcaron mi camino y que abrieron en mí el interés por estudiar todo aquello que me ha llevado a comprender que el yoga es un sendero de sanación y de auto conocimiento. Es por ello que he estudiado Naturopatía, Medicina China, Consultoria Nutricional y Ayurveda. Soy también terapeuta de Constelaciones Sistémicas y todo ello lo entretejo en mis enseñanzas.

Desde luego, la pasión que más ha sostenido mi camino es la de ver al yoga como una cosmovisión integral de la naturaleza del ser humano, y doy un valor fundamental al cuerpo de conocimientos filosóficos que son la base del yoga.

De su aspecto físico tan poderoso, me interesa la fuerza del prana y el poder de la respiración cuando esta se vincula con el movimiento. También estoy interesada en los conocimientos científicos al comprender el papel del sistema nervioso en relación al movimiento y la forma en la que nos relacionamos con la vida. Más que nunca sabemos hoy en día que si cambiamos nuestra forma de movernos, podemos transformar nuestra  perspectiva de la vida.

Al formarme como Educadora y Terapeuta Somática en el programa de Body Mind Movement y al estudiar con Bonnie Bainbridge Cohen he encontrado que lo fundamental de mi enseñanza es dar oportunidad a los practicantes que se acercan a mí, a tener un encuentro vivencial con su cuerpo, a valorar quienes son hoy, no un ideal futuro de sí mismos, a habitar como un ser evolutivo que forma parte de la naturaleza misma.

¿Qué podemos encontrar en tus clases de YI?

En mis clases en Yoga International encuentras ese lenguaje que está fundamentalmente dirigido a que reconozcas, desde un lugar de conciencia plena, lo que sientes, a que te abras a una escucha interna, a que enriquezcas tu interocepción y con ello tu autonomía y una confianza mayor en ti mismo.

¿Qué piensas hoy en día sobre el yoga?

Considero que el yoga se encuentra en un momento muy interesante ya que los maestros que tomen seriamente el estudio del movimiento podrán reconocer que nuestro papel actual debe ver a las posturas como potencial de movimiento, más que como formas fijas.  La nueva visión  sobre la medicina del espacio corporal, comprende el enriquecimiento de la Inteligencia Kinestésica, la cual puede aportar riqueza sensorial a los practicantes, confianza en sí mismos y riqueza funcional en el movimiento para un envejecimiento de mayor calidad. Este interés en la calidad de la vida siempre ha sido el principal interés de Ayurveda, la medicina más antigua de la humanidad y ciencia hermana del yoga.

¿Qué te gusta hacer además de yoga?

Además de yoga, amo estudiar todo aquello que amplíe mi comprensión sobre el potencial humano. Disfruto mucho de comprender el papel de la alimentación en nuestra vida por lo que la cocina es para mi un espacio en el que amo tener el placer por la comida saludable y nutritiva. Me encanta viajar. También, gozo mucho de mi vida familiar.

Acerca del Maestro

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Rosemary Atri
Apasionada por el movimiento corporal, empezó a practicar yoga desde 1980. Estudió durante más de 10... Leer más