Si viajas a la India verás imágenes de Lakshmi donde quiera que vayas: ella es la amorosa, sonriente y generosa diosa de cuyas manos manan monedas de oro. Encontrarás su foto en los puestos de productos vegetales, en las tiendas de saris, en bancos y templos, incluso pintada en los laterales de los camiones. Lakshmi simboliza la prosperidad y el bienestar en sus innumerables formas. ¡Este puede ser un buen momento para conocer a esta fascinante diosa y abrirle la puerta a sus dones!
¿Te sorprende escuchar que crear y administrar riqueza es una parte sólida de la tradición del yoga? No es raro, muchos estudiantes suponen que la práctica espiritual conduce a un estado de renuncia y desapego místico. Pero en realidad, solo una pequeña cantidad de yoguis renuncia al mundo para dedicarse exclusivamente a la vida espiritual. La gran mayoría tiene que pagar la hipoteca, enviar sus hijos a la universidad o ahorrar para la jubilación.
La tradición del yoga es muy práctica. Además de indicarnos ejercicios diseñados para explorar la conciencia superior, también recomienda técnicas que pueden ayudarnos a crear un estilo de vida más confortable. La tradición del yoga reconoce plenamente las realidades de la existencia material y nos alienta a cultivar hábilmente los cuatro componentes importantes de una vida plena: el crecimiento espiritual, un trabajo útil, el placer y la prosperidad.
Es cierto que la expansión de la conciencia es el objetivo principal del yoga, pero a medida que la conciencia se expande, también lo hace nuestra capacidad para lidiar eficazmente con las preocupaciones de la vida cotidiana.
Una cantidad de formas secundarias del yoga han ido evolucionando a lo largo de los siglos para ayudarnos a vivir sana y felizmente en el mundo real. Por ejemplo, el hatha yoga nos ayuda a mantener nuestros cuerpos funcionando correctamente, mientras que el karma yoga nos enseña a servir a quienes puedan necesitar nuestra ayuda. Pero hay otra rama menos conocida del yoga, pensada para una razón muy clara y eminentemente práctica: ganar dinero. Se llama padmini vidya.
Padmini significa "dama del loto" y se refiere a Lakshmi, quien generalmente es retratada sentada en los pétalos abiertos de un enorme loto blanco. Vidya significa "ciencia del yoga". En la India se dice que las personas que se enriquecen muy rápido seguramente fueron en sus vidas anteriores yoguis dedicados de lleno al padmini vidya.
Podría haber algo de cierto en estos rumores. Ten en cuenta que antes del ascenso de los magnates petroleros, los numerosos reyes de la India controlaban la mayor concentración de riqueza del mundo. No fue una casualidad que los conquistadores británicos consideraran al subcontinente como "la joya de la corona" de su imperio. Enormes sumas saqueadas a la India financiaron la expansión de la armada británica e hicieron de Inglaterra la reina de los mares. Desde el período sumerio —alrededor del 3000 a. C.— hasta la era de Cristóbal Colón, el subcontinente indio fue sinónimo de gemas, especias, tejidos exóticos y riqueza fabulosa. Incluso hoy, después de siglos de haber sido despojados por los invasores árabes y europeos, la economía india se está recuperando con vigor. Según Forbes, India tiene 36 multimillonarios, más que cualquier otro país en Asia. (El siguiente finalista, Japón, tiene 24.)
Es comprensible que muchos de los mantras, meditaciones y técnicas rituales de padmini vidya sigan siendo secretos cuidadosamente guardados. Sin embargo, los textos yóguicos como el Markandeya Purana y el Lakshmi Tantra ofrecen algunas pistas sobre el sistema. Echemos un vistazo a lo que dice la tradición del yoga acerca de ganar dinero.
Si has estado estudiando yoga, habrás oído hablar de los siddhis, poderes síquicos como la capacidad de sanar a los demás o prever el futuro. También puedes haber escuchado algo sobre los riddhis, habilidades ocultistas menores como la capacidad de leer pensamientos. Padmini vidya es la ciencia de los nidhis, fuerzas sutiles usadas para atraer grandes cantidades de dinero (nidhi significa "contenedor del tesoro"). Algunas personas nacen con la capacidad de manipular —consciente o inconscientemente— estas energías intangibles y materializarlas en enormes activos tangibles. Otros lo logran después de años de intensa concentración, desarrollando los poderes mentales necesarios para controlar los nidhis.
En la tradición de padmini vidya la riqueza no se considera como la acumulación de objetos materiales, sino como la manipulación activa y voluntaria de shakti, la energía de la conciencia. La riqueza no es tanto una posesión estática, sino un flujo activo de energía. Controlar los nidhis significa interceptar este flujo y dirigirlo en beneficio propio.
El Markandeya Purana afirma que aunque muchas personas tienen la determinación y la capacidad de crear riqueza, las consecuencias kármicas son diferentes y están definidas por sus actitudes y acciones. El desarrollo de los nidhis puede tanto colocar a una persona en la posición de actuar como un poder de bendición en la vida como crear deudas kármicas a pagar durante el resto de sus vidas futuras.
San Pablo dice en la Biblia: "El amor al dinero es la raíz de todos los males". Pero lo que él condena no es el dinero por sí mismo, lo que hace es advertirnos sobre la mirada egocéntrica sobre la generación y acumulación de riquezas. Advierte que el amor al dinero (en una palabra, la avaricia) puede llevarnos a la ruina. Estamos rodeados de ejemplos dramáticos de esto, como empresarios que socavan sus propias compañías con prácticas contables inescrupulosas o que despiden a miles de empleados mientras acumulan millones de dólares. Vemos hombres de negocios que no dudan en contaminar la tierra, el aire y el agua para obtener ganancias. El Markandeya Purana dedica palabras muy duras para este mal uso de la shakti y advierte que puede llevar a complicaciones kármicas espantosas.
Mientras que la cultura moderna parece indicar que está bien hacerse rico sin importar el costo que esto tenga para los demás, la tradición del yoga nos desafía a considerar el dinero como una fuerza divina que debemos manejar con responsabilidad. Nos pide poner nuestro deseo de prosperidad dentro de un contexto espiritual más amplio. El Lakshmi Tantra, un voluminoso texto dedicado al bienestar interior y exterior, nos alienta a ganarnos la vida a través de medios honestos y legales. Al mismo tiempo nos exhorta a vivir éticamente, respetando nuestras responsabilidades familiares y atendiendo al bienestar de nuestra comunidad, mientras dedicamos una parte de cada día a la práctica espiritual enfocada y sincera.
Para los que estamos muy entusiasmados en cultivar nuestra vida interior, puede que nos resulte difícil unir este crecimiento espiritual a nuestra gestión financiera. Solo cuando comenzamos a estudiar los nidhis vemos que ganar dinero no es algo extra a nuestro trabajo espiritual, sino que es una tarea valiosa que forma parte de este trabajo.
Lakshmi es una deidad popular en India. Si las monedas que nacen de sus manos representan al dinero, el hecho de que ella sea una diosa recuerda que el dinero no es algo solo para disfrutar, sino que también debe ser honrado. La abundancia debe ser respetada porque es una shakti, una poderosa corriente de energía que puede cambiar rápidamente tu realidad de forma positiva o negativa dependiendo de cómo la uses.
Crear una riqueza sustancial requiere un enfoque y una capacidad excepcionales. Es por eso que los yoguis dicen que necesitas los nidhis (que incluyen claridad, deseo y fuerza de voluntad) para hacer que tus sueños financieros se manifiesten, pero también necesitas punya. En yoga, punya significa mérito obtenido en vidas anteriores (los occidentales que no creen en la reencarnación pueden traducir punya como "buena suerte"). Si tienes la oportunidad de conocer familias hindúes ortodoxas, verás que el concepto de mérito kármico está muy vivo incluso hasta hoy.
Aunque los individuos pueden generar sus propios méritos, el karma también es visto como una fuerza colectiva. Una familia completa crea un buen karma a través de sus prácticas espirituales y acciones altruistas en común. Padres y abuelos hacen cientos de miles de repeticiones de mantras, ayunan o peregrinan no por su propio bien, sino por el bien de sus hijos y nietos. Creen que las almas excepcionales, como los santos o los multimillonarios, no se encarnan en una familia en particular de la nada: esa familia probablemente ha estado haciendo japa (cantando mantras) por generaciones con el fin de purificar su karma e invitar a su hogar a un alma espiritualmente avanzada o materialmente afortunada.
También es tradicional que las familias adineradas de la India patrocinen grandes obras públicas, como hacer pozos de agua y estanques de baño para los aldeanos o entregar generosas contribuciones al templo local. Trabajan conscientemente con los principios kármicos que dictan que si quieres que la prosperidad siga fluyendo hacia ti, debes mantenerla fluyendo hacia los demás. Esto mantiene la corriente de mérito kármico en movimiento.
Desafortunadamente, a medida que las normas occidentales penetran en la cultura india, los hijos de padres adinerados se van alejando del concepto tradicional de construir méritos a través de generaciones. Desperdician tanto el dinero como el mérito que han heredado llevando un estilo de vida autoindulgente. Así, el flujo de punya se detiene, la "suerte" se agota y la familia se declara en bancarrota financiera y moral.
La mayoría de las poderosas técnicas de padmini vidya se mantienen ocultas y se transmiten como prácticas avanzadas únicamente a discípulos cuidadosamente seleccionados. Esto evita que el conocimiento caiga en manos de estudiantes no preparados que podrían abusar de sus poderes. Sin embargo, hay una serie de métodos comúnmente utilizados en toda la India para incrementar el punya o, como lo diríamos en Occidente, para desarrollar la prosperidad de manera consciente. Estos métodos trabajan con la shakti o "energía divina" de la prosperidad personificada como una diosa, así la práctica es más vívida y personal. Echemos un vistazo a los ejercicios que realizan los yoguis jefes de familia de la India para invocar la abundancia material, así tú también podrás hacerlo.
Todos los días al amanecer, muchos devotos cantan el Lakshmi Sahasra Naman, "Los Mil Nombres de Lakshmi". Esta hermosa práctica incluye frases cantadas como: "Me inclino ante Lakshmi, quien es la esencia misma de la belleza, que es la forma exquisita de la vastedad inimaginable del universo, que rebosa de cariño y ternura, que es soberanamente generosa con todos, sin excepción".
Qué puedes hacer: cada mañana, como parte de tu práctica de yoga, honra la bendición de la abundancia en todo el universo con las palabras anteriores. Al concentrarte intensamente en las cualidades de Lakshmi, estarás invocando la misma belleza, prosperidad y generosidad que ella representa.
Algunos indios más tradicionales realizan un puja diario (ritual) ante una estatua o pintura de Lakshmi o su yantra (forma geométrica). Este ritual consiste en hacer círculos con velas encendidas y ofrecer regalos como incienso, frutas, flores y agua purificada a la imagen. De esta manera simbolizan su amor y respeto por las fuerzas divinas que crean la salud, abundancia y éxito.
Qué puedes hacer: coloca una imagen, pintura o figura de Lakshmi (o cualquier otra imagen sagrada representando prosperidad) en un lugar especial en tu casa, como un altar para meditación. Honra mentalmente esta imagen cada vez que la mires. Este simple ritual puede alinear tu mente subconsciente con los poderes de prosperidad y así despertar tu habilidad latente para que la abundancia se manifieste en tu vida.
Como Lakshmi también representa la belleza, cada día los devotos se toman un tiempo para limpiar y embellecer tanto sus propios cuerpos como su entorno. El objetivo es mantener el hogar y el espíritu de manera tal que, si Lakshmi llegara en cualquier momento, se sintiera satisfecha y cómoda.
Qué puedes hacer: mantén tu casa y zona de trabajo hermosas y despejadas, decorando con lindos colores y flores perfumadas, purificando la atmósfera con música suave y animada. Para mantener tu cuerpo y mente puros, báñate regularmente, viste ropa limpia y fresca y practica regularmente yoga y meditación. Al mantener un entorno aseado y claro —tanto interna como externamente— estarás atrayendo las bendiciones de Lakshmi a tu vida.
El Lakshmi Tantra dice que si deseamos no sufrir jamás por la falta de recursos, debemos respetar la energía viviente de la tierra, que es la forma concreta de la propia Lakshmi. En India, la diosa de la tierra se visualiza frecuentemente como una vaca nutriente. Así como una vaca nos proporciona leche, mantequilla, ghee y yogurt, la tierra nos provee desinteresadamente todo lo que necesitamos. Honrar la tierra significa no tomar nada de ella sin dar algo a cambio.
Qué puedes hacer: si usas madera para construir una casa, planta árboles nuevos. Si cultivas flores o vegetales en tu jardín, agrega compost o fertilizantes orgánicos para mantener la tierra fértil. También puedes celebrar la generosidad de la tierra apoyando a los modelos socio-económicos CSA (agricultura sostenida por la comunidad) y a los mercados de agricultores; ejercer presión para lograr una legislación amigable con el medio ambiente y reducir tu huella ecológica siguiendo los consejos de sitios web como climatecrisis.net de Al Gore. Como dijo Rumi, "hay cientos de maneras de arrodillarse y besar la tierra".
Se dice que la diosa de la prosperidad se siente más a gusto en un corazón generoso y compasivo. Los que buscan ávidamente oportunidades para ayudar a otros y hacen contribuciones generosas a la caridad sin esperar nada a cambio, seguramente recibirán los beneficios de la gracia de Lakshmi.
Qué puedes hacer: inscríbete para practicar karma yoga en algún centro de tu localidad, hazte voluntario en un refugio para personas sin hogar, dona dinero a una obra benéfica o proyecto humanitario que verdaderamente haga una diferencia en el mundo. Al utilizar tu energía —y tus recursos— para apoyar con alegría y desinterés las buenas causas, transformas el acto rutinario de ganarte la vida en una valiosa práctica espiritual.
Hay muchos linajes yóguicos diferentes. Algunos de ellos son profundamente ascéticos. El texto de yoga más antiguo que sobrevivió, el Rig Veda, estaba destinado a los jefes de familia y no a los los yoguis que renuncian a los bienes terrenales. No solo tiene oraciones para pedir la iluminación espiritual, sino que también ofrece plegarias por alimentos abundantes, niños sanos, seguridad física, longevidad y éxito. Los estudiantes de yoga nunca deben sentir que no son buenos yoguis por rezar —y trabajar— por las cosas que realmente necesitan para sobrevivir y prosperar en el mundo caro y exigente de hoy en día.
Al mismo tiempo, el Lakshmi Tantra nos recuerda que la diosa de la prosperidad tiene mejores regalos que ofrecer que una hermosa casa o una jugosa caja de ahorros. Después de todo, la muerte no nos permitirá llevarnos estas cosas al otro mundo. El texto explica que Lakshmi no solo es la energía de la abundancia, sino que fundamentalmente ella es la conciencia pura en sí misma. "Esta diosa, cuyo hermoso rostro irradia gracia, cumple todos los deseos. Ella le da riqueza, éxito y amor a quienes lo piden sinceramente. Para aquellos que piden la iluminación, ella concede la autorrealización".
Es una bendición maravillosa ser una persona humanitaria, un filántropo, un activista, un karma yogui o un líder espiritual. Si mantenemos los tres primeros objetivos —un trabajo que nos hace sentir plenos, placer y prosperidad — en el contexto del cuarto objetivo —el crecimiento espiritual— entonces no engañamos a nuestras almas. Los dones del espíritu son los que viajan con nosotros de una vida a otra y, por lejos, son nuestro activo más valioso.