Una visión holística para darle armonía a tu ritual matutino

Uno de los actos más contundentes y revolucionarios de amor propio y colectivo es cuidar de uno mismo desde una perspectiva integral. Tal y como nos ha enseñado el último año, velar por nuestra salud es una herramienta esencial para transformar el bienestar de quienes nos rodean, nuestras comunidades y el planeta en general. Tomar acciones positivas que nos nutran de adentro hacia afuera ayudan a crear un estilo de vida saludable y resiliente que no sólo nos permite navegar mejor los retos cotidianos sino también vivir con un sentido más profundo de interconexión, serenidad y propósito.

Si bien existen un sinfín de enfoques holísticos al autocuidado o self-care, es inevitable no empezar por algo tan simple pero poderoso como lo es nuestro ritual matutino. Además de marcar la pauta y darnos estructura en nuestro día a día, los rituales o rutinas mañaneras son un campo fértil de transformación — nos dan la oportunidad de sintonizar con nuestras necesidades y metas, establecer prioridades que estimulen nuestra salud física, mental y emocional y fomentar días más productivos e inspiradores. En otras palabras, los rituales matutinos son un paréntesis mágico donde concientemente escogemos elevarnos por encima del piloto automático, ser protagonistas activos de nuestra realidad y enfocar nuestra energía en lo que realmente valoramos y deseamos amplificar.

Establecer un ritual matutino que nos haga sentir bien, o mejor dicho, que nos haga sonreír el corazón, ayudará a que posiblemente tomemos mejores decisiones a lo largo del día y nos sintamos más armonizados con nuestra experiencia humana, colorida y multifacética. Desde pequeños cambios de hábitos a grandes modificaciones de estilo de vida, hay muchos caminos para optimizar y desarrollar una rutina que se acople genuinamente a nuestro ritmo personal. A continuación, cuatro ideas efectivas que te ayudarán a darle una dimensión holística y cohesiva a tu ritual matutino:

Reflexión, meditación, intencionalidad

El acto de atención transformador: la pausa. Un paréntesis mágico, como mencioné antes, es un espacio sagrado e íntimo para tomar una pausa, voltear hacia adentro y anclarnos en el momento presente — ¡el único sobre el cual tenemos el poder! Es el ambiente que cultivamos para tratarnos a nosotros mismos con gentileza, autoamor y compasión, a pesar de los “hipos” de la vida cotidiana.

Sea meditación, autorreflexión o sencillamente un ejercicio introspectivo intencional, crear un paréntesis conciente cada mañana no sólo nos permite reconectarnos con nosotros mismos sino también con los de nuestro alrededor. Escribir en un diario, saborear una taza de café, respirar profundamente, prestar atención a los colores de la habitación, regar las plantitas o plantar los pies en el sereno de la noche anterior — ¡las posibilidades de crear un paréntesis mágico y creativo cada mañana son infinitas!

Movimiento

Establecer una práctica de movimiento es vital para nuestro bienestar integral y una de las formas más fáciles y naturales de mantenernos radiantes a lo largo de nuestra vida. Moverse cada mañana no implica necesariamente una sesión cardiovascular de sesenta minutos alrededor del parque; simplemente significa hacer lo que nuestros cuerpos están maravillosa e instintivamente diseñados a hacer a diario: ¡moverse!

Tanto si es caminar, bailar, correr, estirarse o practicar asanas, el movimiento es fundamental para cuidar de nuestro cuerpo, mente y espíritu a la vez que satisface una de las necesidades humanas más primitivas, incluso desde un nivel celular. Movernos, prestar atención a la cadencia inherente de nuestros cuerpos y dar gracias por como este anda y fluye por la vida es un ingrediente culminante en cualquier régimen matinal.

Alimenta tus sentidos

Una forma eficaz de alimentar nuestros sentidos y bienestar en nuestro día a día es a través de estímulos relajantes y revitalizantes que promuevan nuestra salud mental y emocional. La naturaleza es un punto de partida extraordinario para traer más actividad sensorial a nuestro ritmo matutino — ¡desde nuestro jardín hasta las hierbas aromáticas que adornan la cocina, podemos encontrar naturaleza viva por doquier!

Prestar atención a los aromas, colores, sonidos, tacto y gusto que nos rodea es una manera óptima de potenciar nuestro estado de ánimo y apreciar los pequeños grandes detalles que tiñen nuestra cotidianeidad. Otras maneras de estimular nuestros sentidos para arrancar el día con fuerza y luminosidad son escuchar música, darse un pequeño auto masaje, preparar un desayuno colorido y apetecible, usar aromaterapia, abrir las ventanas y dejar entrar la luz, entre otros.

Nutre tu cerebro

A pesar de que darle un “toque” holístico a nuestro ritual matutino involucra a muchas otras dimensiones de nuestra experiencia diaria — relaciones, sueño, espiritualidad, sexualidad, nutrición, carrera, finanzas, etc. — ¡cuidar bien de nuestro cerebro debe de ser un top priority! Nutrir nuestro cerebro implica optar por una dieta sana y rica en vitaminas, grasas esenciales, minerales y proteínas que aporten los elementos necesarios que sustentan la estructura de las células cerebrales y mantengan los sistemas de comunicación funcionando de forma coherente.

Llevar además un estilo de vida pro-cerebro juega un papel eminente en el sustento de nuestro bienestar holístico a largo plazo, desde equilibrar nuestras hormonas hasta bajar los niveles de estrés. Optar por desayunos saludables que nos llenen de energía y nos hagan “vibrar” — frutas, vegetales, proteínas magras, fibra dietética, etc. — es un muy buen paso tanto para comenzar el día como para darle al cerebro el amor y la atención que se merece.

Un enfoque multidimensional

Si bien cultivar espacios para la auto-reflexión, el movimiento, el estímulo sensorial y la nutrición óptima son elementos positivos para potenciar cualquier rutina matutina, existen muchos otros que vale la pena explorar, personalizar e implementar en nuestro día a día. Nuestro bienestar no sólo está compuesto por un sinfín de elementos (de ahí su tono “multidimensional”), sino también es un estado en constante renovación y flujo. Por ende, en lo que a rituales matinales se refiere, tomarse el tiempo para definir e identificar qué nos hace sentir bien y tomar acción de acorde es un avance significativo hacia nuestro bienestar luminoso — tanto individual como colectivo.