Yira Carrasco-Kemlin y el tesoro del yoga

Yira nació en Santo Domingo, República Dominicana. Como amante insaciable del deporte, durante la adolescencia y de joven adulta, se aplicó en la práctica del Taekwondo, alcanzando el grado de cinturón negro 4to Dan. Por su dedicación, se convirtió en la primera mujer en formar parte de la Selección Nacional de Taekwondo. Durante los años de competencia activa, consiguió consagrarse como sub-campeona panamericana en esta disciplina y ser la primera mujer dominicana en obtener tales honores. Esta y otras proezas, incentivan su nominación y exaltación al Salón de la Fama del Deporte.

Al concluir los estudios universitarios, la vida profesional tomó por asalto la vida deportiva y se acerca al yoga para colmar el vacío y se enamora de la disciplina desde su primera clase. Unos años después se va a vivir a varios países en África y lleva consigo todo lo aprendido. Con el amor por la perseverancia y el trabajo de la mente y el cuerpo aprendidos desde muy temprana edad, profundiza en la práctica del yoga y se convierte en Instructora Internacional de Yoga. De regreso a su país, en el 2013 se instala en Punta Cana para fundar y dirigir Ananda Yoga Punta Cana.

Durante los años siguientes, Yira se ha aplicado en desarrollar sus técnicas de enseñanza participando cada año en entrenamientos ofrecidos por algún gran maestro, sin importar el estilo. Así ha ido aprendiendo de ellos, y trabajando en desarrollar un estilo de enseñanza desmembrado, simple, accesible, y apto para las personas que se acercan a ella. Disfruta aceptar tanto el reto de las personas que dicen ‘el yoga no es para mi’ como el desafío de aquellos que tienen experiencia y desean llevar su práctica a otro nivel. Igualmente, ha sido mentora de instructores en su entorno que desean enriquecer, variar o adaptar sus técnicas de enseñanza.

¿De qué estilo de yoga, tradición y/o linaje eres?

Durante los primeros 10 años, practiqué los estilos que se presentaban a mi, concentrada más bien en la parte de asanas. Sin embargo, por consejo de dos amigas instructoras hice una formación para maestros en el Ashram Sivananda de Yoga Vedanta en Francia, con el deseo de descubrir y adentrarme en toda la parte filosófica del yoga y las prácticas de pranayama y meditación, con los que hasta entonces había tenido muy poco contacto. Quedé fascinada por estas otras dimensiones que hacen del yoga una práctica plena.

Con la formación de Ayurvedic Yoga Specialist, descubrí la tradición del Himalayan Institute, y decidí, después de ocho años de enseñanza, extender mi formación hasta las 500 horas y también certificarme como Profesora de Meditación Vishoka. Esta tradición refuerza la importancia que otorgó a hacer una práctica completa y apta para las necesidades individuales.

¿Qué podemos encontrar en tus clases de Yoga International?

En Yoga International estoy desarrollando clases y cursos que buscan hacer crecer la experiencia personal de manera sutil, con detalles enfocados al entendimiento. Si eres instructor, puedes inspirarte de estas clases para alimentar tu propia enseñanza y si eres estudiante, puedes encontrar elementos, a diferentes niveles, que ayuden tu evolución. Creo en el desarrollo paulatino, sin prisas, sin presiones, sin metas, cada uno dentro de sus capacidades, cada quien, en su momento, todo en la consciencia plena y aceptación de lo que debe hacer por su propio bienestar físico y mental. El yoga es mucho más que posturas fantásticas. El yoga es un entendimiento de ti mismo.

¿Qué piensas hoy en día sobre el yoga?

El yoga es una experiencia individual, a pesar de ser con frecuencia practicada en grupos. Cada quien encuentra dentro de su espacio interior una expresión diferente, un sentir diferente. Aquí hablo de lo personalmente vivido. El yoga ha sido el ancla en mi vida, durante los tiempos de cambio y durante los tiempos sin cambios. A pesar de haber vivido en diferentes países durante los últimos años siempre encuentro un lugar para mi práctica. Al desdoblar la esterilla de yoga, llego a casa; al sentarme en el cojín de meditación me siento fuerte y estable; al detenerme a percibir mi respiración, me encuentro a mi misma. Faltan palabras para describir este tesoro fabuloso que es el yoga.

¿Qué te gusta hacer además del yoga?

Soy amante de descubrir otras culturas, ya sea porque haya vivido en ellas o porque esté en lugares de paso, ¡hay riqueza en la gente!

Soy una estudiante permanente, me encanta leer sobre temas relacionados o adyacentes a lo que hago. Es mi forma de enriquecer lo que puedo aportar a las personas que cruzo en este camino. Soy fiel creyente de que el cuerpo tiene la capacidad de sanarse con las herramientas apropiadas. He practicado muchos deportes, y con gran facilidad en la mayoría de los casos, en los últimos años me he concentrado en el golf, el buceo y el senderismo como actividades que vienen a complementar mi práctica regular de yoga.

Disfruto sentir el yoga en todo lo que hago.