Yoga accesible: cómo comenzar

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Este es el primer artículo de una serie de artículos sobre variantes de prácticas clásicas de yoga con la esperanza de que sirvan como guía a los instructores para que puedan encontrar métodos seguros y provechosos que todos los alumnos puedan practicar.

El yoga siempre nos enseña que la fuente de la paz y felicidad se encuentra en el interior de cada uno. Pero, al mismo tiempo, nos conecta con otras personas que están haciendo un camino parecido al nuestro: ellos son nuestros amigos de yoga. Esta comunidad de buscadores espirituales con mentalidades similares tiene un nombre en sánscrito, sangha, y los antiguos yoguis ya han mencionado sus poderes.

Lamentablemente, no todas las personas se sienten bienvenidas ni pueden unirse al gran sangha. La mayoría de las clases no resulta accesible para estudiantes con capacidades diferentes o enfermedades crónicas y muchas personas no se sienten aceptadas en el, a veces exclusivo, mundo del yoga por sus condiciones sociales o físicas. Además, muchos maestros carecen de la capacitación necesaria para impartir clases accesibles para cualquier persona que entre por su puerta. Sin un entrenamiento adecuado, es posible que tengamos miedo de darle la bienvenida a personas diferentes, pero debemos dar ese paso si queremos continuar expandiendo nuestro círculo y acercando la magia del yoga a más personas.

La mayoría de las clases no resulta accesible para estudiantes con capacidades diferentes o enfermedades crónicas y muchas personas no se sienten aceptadas en el, a veces exclusivo,  mundo del yoga por sus condiciones sociales o físicas.

Una investigación de Yoga Journal y Yoga Alliance sobre el yoga en los Estados Unidos indicó que alrededor de 80 millones de personas probarían el yoga durante el año 2016. Parece una noticia maravillosa. Sin embargo, encerraba una triste verdad: gran parte de esos estudiantes resultarían decepcionados, desanimados y hasta lesionados en su incursión en el yoga.

Desafortunadamente, vemos que en nombre del yoga se hace mucho daño, ya sea tanto por lesiones como por el mal uso. Como maestros de yoga tenemos el poder de tocar la vida de otras personas, y ese poder también puede causar daño.

Abramos el círculo: clases de yoga accesibles y para todos

A veces, enseñar yoga se siente como ese juego de coordinación en el que tienes que hacer muchos movimientos al mismo tiempo. Esto significa que tenemos que enseñar diferentes variantes de una postura al mismo tiempo (algo esencial cuando abrimos nuestras clases a todo tipo de personas). Incluso podemos encontrar la manera de enseñar yoga con sillas y yoga con colchonetas en una misma clase. Impartir una clase para todos significa que tendrás que acomodar a los practicantes de manera separada en cada práctica de acuerdo a sus capacidades y luego elegir las instrucciones para enseñarles a todos a entrar en una postura.

Para crear un ambiente acogedor en nuestras clases, necesitamos establecer una clara intención y seguirla. Esto significa llegar temprano, conversar con los estudiantes a medida que entran a la clase y conectar con cada uno (sea principiante o no), prestando a todos la misma atención. Nuestro objetivo es ver la esencia divina independientemente de su apariencia o capacidad. Como explica Swami Satchidananda: "Ver la unidad en la diversidad, eso es el yoga, ver la misma conciencia en todos".

Centrémonos: el microcosmos del yoga

El comienzo de la clase puede ser el momento más importante de ella. Mientras llevamos a nuestros alumnos a través de una práctica para centrarlos, los ayudamos a liberarse de las actividades del día, de cualquier preocupación y sentimiento de ansiedad. Centrarse o enfocarse significa estar en el momento presente, que es el único momento en el que podemos encontrar la felicidad.

Para hacer que esta parte de la clase sea más accesible, debes tener en cuenta el perfil cultural de tus alumnos y descubrir qué práctica les resultará más interesante. A veces esto implica no cantar en sánscrito o hacerlo después de explicar el significado de lo que se está cantando.

Aquí presentamos una variedad de prácticas de enfoque que pueden ajustarse a casi cualquier necesidad:

Control de la postura

Siempre queremos que nuestros estudiantes tengan la columna alargada y la mantengan mientras se mueven entre las asanas. Este ejercicio de control de la postura es la oportunidad para que los estudiantes aumenten su conciencia propioceptiva, entendiendo mejor dónde está su cuerpo en relación con el espacio.

Meditación sobre la respiración

Ya que la respiración siempre es parte del momento presente, meditar sobre la respiración puede ser una técnica muy efectiva para centrarse. Observar el movimiento o experimentar la sensación de la respiración es muy eficaz para calmar la mente.

Cantos

Una práctica tradicional para enfocarse es el canto en sánscrito. Estos cantos son una invocación al gurú (maestro) o a las enseñanzas mismas; nos dan la oportunidad de trascender la mente usando el poder de la vibración del sonido. Si el canto en sánscrito no es apropiado para el grupo al que le estás enseñando, entonces puedes usar otras formas de vibración de sonido, como las siguientes:

Cantar

Para compartir los beneficios de la vibración del sonido, prueba cantar una canción popular que resulte animada y divertida, ¡puede ser incluso una canción infantil! Cantar es una forma de pranayama: para expandir y profundizar la respiración.

Vocalizar

Hacer otro tipo de vocalización (como decir "¡aahh!") puede ser muy efectivo, ya que usa el poder del sonido para calmar la mente y dirigir la conciencia hacia el interior.

Cantar el om por partes

Es muy común escuchar el canto de Om, que es una vibración universal, en cualquier clase de yoga. Pero si notas que tus alumnos no se sienten cómodos con eso, puedes probar separarlo en tres:

"Aaaaaaa…"

"Oooooo…"

"Mmmm…"

Intenta que practiquen tres veces cada sonido.

Escaneo del cuerpo

Otra opción es realizar un escaneo corporal o una relajación guiada, prestando atención a las sensaciones en cada parte del cuerpo, recorriendo desde los pies a la cabeza o desde la cabeza a los pies. Al conectarnos con las sensaciones del cuerpo llevamos la conciencia al momento presente, alejándola de la mente ocupada.

Cuando comprendemos la naturaleza de las prácticas de yoga, podemos improvisar y encontrar variantes que funcionen para todos nuestros alumnos, al igual que un músico logra improvisar una vez que domina el instrumento. Con un poco de esfuerzo, nuestras clases se convierten en santuarios de inclusión, donde todos son bienvenidos al yoga.

Acerca del Maestro

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Jivana Heyman
Jivana Heyman, C-IAYT, E-RYT500, is the founder and director of Accessible Yoga, an international non-profit... Leer más