En esta práctica trabajamos en torno a Dhanurasana. Esta postura nos conecta con nuestra capacidad de hacer realidad nuestros sueños y deseos y nos recuerda la importancia de equilibrar la tensión de nuestras acciones, tener claro nuestro foco y no desalentarnos en el proceso. Para esta práctica necesitarás un calcetín largo (o un cinturón de yoga) y un tapete cuidadosamente enrollado (o un rodillo de masaje).