Esta práctica de yoga se inspira en el concepto AHIMSA, conocido como "principio de no violencia" hacia cualquier ser capaz de sentir y hacia la propia vida; animales, plantas, entorno. Cultivar el amor y el respeto hacia uno mismo es el primer paso para actuar con ética, amabilidad y compasión hacia aquellos que nos rodean. A través de distintas posturas de extensión dirigidas a abrir el corazón y una toma de conciencia del centro del cuerpo, exploraremos ese sentimiento esencial para lograr armonía a todos los niveles y felicidad.