Esta práctica recrea el Gran Salto de Hanuman. Este ser mitológico era capaz de lo imposible y al mismo tiempo inconsciente de su poder. Ello le otorga una gran humildad y una constante escucha compasiva de sus limitaciones. Al mismo tiempo, su valentía innata le lleva siempre a explorar los límites de lo imposible y transcenderlos sin temor. Este mismo será el recorrido que nosotros haremos a través de la práctica de Hanumanasana, Anjaneyasana y Virasana. Para esta práctica es posible que quieras tener a la mano un par de bloques o dos objetos de un tamaño similar para elevar tu espalda.