A través de una meditación conectamos con nuestra capacidad de irradiar calma desde nuestro centro y de hacer esta calma expansiva a nuestro cuerpo, nuestra mente, nuestra respiración y nuestra realidad interpersonal. Y desde este estado de paz absoluta practicamos Savasana durante 10 minutos. Esta práctica es ideal para todos esos momentos en que las circunstancias de nuestro día a día nos parezcan tal vez un poco demasiado abrumadoras. Y podemos practicarla en cualquier momento y lugar.