En esta práctica de Savasana nos adentramos en la parte más interna de nuestra persona y nos abandonamos a la sensación de inmensa calma que en ese espacio tan íntimo se respira. Si no tienes posibilidad de acostarte, puedes realizar esta práctica sentado y conectar con ese espacio de regeneración profunda casi en cualquier momento y lugar. ¡Que la disfrutes!