En el yoga buscamos muchas veces la elongación de la columna, pero se nos olvida que esa elongación no puede quedarse fija porque se vuelve rígida. Si al inhalar buscamos crecer y al exhalar soltamos la tensión, le devolvemos una ritmo a la columna y al cuerpo en general que le permite tener una mayor fluidez y armonía. En esta clase usamos la respiración como herramienta para soltar la tensión.