Esta práctica de meditación se enfoca en explorar los estados emocionales que se esconden en nuestra mente, manifestándose a menudo como ira o enojo. Sin embargo, detrás de estas emociones, es posible que encontremos el miedo o el dolor. A través de esta meditación, podemos desenmascarar lo que nuestra mente presenta como real, aunque en realidad sean solo imágenes y fantasías.