Cuando tenemos dificultad para conciliar el sueño, es común que la noche se convierta más en pesadilla que en sueño reparador. El cuerpo y la mente no reciben las horas de descanso necesarias para recargarse de energía, y es común levantarse al día siguiente cansado, incluso de mal humor. A veces el simple hecho de posicionarse desde un lugar distinto es suficiente para cambiar hábitos y rutinas. Te proponemos que esta noche, cuando te dispongas para dormir, te posiciones en un lugar de confianza. Puedes hacer esta práctica como relajación final de tu práctica de yoga, o bien hacerla antes de dormir. Si este es el caso, acúestate directamente en tu cama en la postura de savasana y tápate con cobija. Relájate y descansa...