El cuerpo siempre está en contacto con algo, ya sea una silla, el suelo, la cama o el aire que te rodea. Esto ofrece una poderosa manera de sintonizar con tu experiencia en tiempo presente. Puedes ser consciente de estos puntos de contacto en cualquier momento, ya sea en la meditación o en tu vida diaria. Las sensaciones son, por lo general, fáciles de sentir, por lo que es una práctica ideal para los principiantes en Mindfulness. Puedes realizar esta práctica en cualquier posición, pero te recomiendo que la pruebes sentado.