Esta práctica te guía suavemente hacia tu interior, ayudándote a reconectar con tu esencia a través de la respiración consciente y la luz sanadora. Te abres a recibir amor, cuidado y renovación. Inhalas energía, exhalas lo que ya no necesitas. Al terminar, sentirás paz, claridad y una nueva disposición para priorizar tu bienestar y compartir tu luz con el mundo.