Esta meditación guiada te invita a sumergirte en un viaje consciente desde una posición de meditación sentada, ya sea en un cojín o en una silla. Dirigiendo nuestra atención hacia el corazón, abrimos nuestra conciencia a los sentidos corporales y a las imágenes mentales que surgen. Esta práctica facilita una conexión más profunda con nuestra experiencia sensorial y visual, permitiendo explorar la amplitud de la conciencia mientras nos sumergimos en el centro emocional de nuestro ser.