En esta enseñanza, Ram Dass revela el valioso propósito del sufrimiento. La clave radica en despertar de la ilusión de separación y aprovechar la oportunidad de mantener el corazón abierto frente a los desafíos. La tarea constante es aquietar la mente, permitiendo que las puertas intuitivas de la compasión se desplieguen en nuestro interior.