5 consejos para preparar una secuencia en línea

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El mundo se ha vuelto cada vez más virtual. Más y más personas están practicando yoga en casa, viendo la clase en sus computadoras. Hasta hace un tiempo, enseñar yoga a través de plataformas en línea era una simple alternativa para llegar a más estudiantes, como por ejemplo, alumnos que se mudaban a otro vecindario y deseaban continuar las clases con sus maestros preferidos o personas que tenían dificultades para trasladarse a un estudio de yoga. Ahora, con el brote de COVID-19, se ha vuelto una necesidad.

Al dar clases a través de una pantalla, quizás no veamos a los alumnos que están del otro lado. ¡O ni siquiera sepamos quiénes son! Esto es muy distinto a cuando enseñamos personalmente, ya sea en clases individuales o con un grupo en un estudio. En esos ambientes es más fácil adaptar lo que estamos enseñando para adecuarnos a los estudiantes y al entorno.

Al haber dictado clases individuales en la casa de mis alumnos, he aprendido que no todos los hogares ni todos los estudiantes son iguales. Tener esto en mente me ha resultado muy útil cuando, unos diez años atrás, comencé a dar clases en línea. Si bien había algunos pocos alumnos que contaban con un gimnasio recién renovado en su casa y disponían de todos los accesorios imaginables, la gran mayoría tenía que practicar apretados en un rincón de la habitación de sus hijos y rodeados de un mar de juguetes o en el patio trasero, sobre el pavimento desigual.

Saber que cualquier cosa es posible cuando se trata del espacio físico donde las personas estarán practicando, significó diseñar las clases teniendo en cuenta un paisaje (literalmente) diferente al de un estudio de yoga.

Con los años, aprendí que podemos modificar las secuencias para considerar todos los posibles entornos de práctica, permitiéndonos enseñar a quien sea y donde sea.

Antes de compartir estas consideraciones, veamos algunos de los que, quizás, sean los componentes menos obvios de una sesión bien diseñada. Estas sugerencias generales pueden ser aplicadas tanto para la enseñanza en un estudio de yoga o en una casa particular.

Los componentes “invisibles” de una secuencia

Planificar una secuencia o sesión puede ser uno de los aspectos más creativos de la enseñanza del yoga. Por lo general, nos referimos a una "secuencia" como al orden de las posturas que componen una clase. Ciertos estilos —como Ashtanga y el yoga Baptiste— enseñan un conjunto de secuencias fijas, lo que significa que los practicantes hacen siempre las mismas posturas. En otros estilos —como Iyengar o los flujos de vinyasa— el maestro tiene la flexibilidad suficiente como para crear secuencias distintas para cada clase. Pero las secuencias son mucho más que una lista de posturas.

Me gusta pensar que las secuencias son como contar una historia. Hay un claro principio, una parte central y un final. Una buena sesión sistemáticamente abre y fortalece el cuerpo de los practicantes, mientras que también mantiene las mentes enfocadas al tener una dirección clara.

Además de las posturas, una secuencia bien ejecutada considera el entorno general en el que se desarrolla la clase. Por ejemplo, no tiene sentido dictar un taller de inversiones donde necesitarás usar paredes como apoyo si vas con tus estudiantes a un retiro en un estudio al aire libre en Bali o estás en el patio de una casa.

Otro aspecto útil para observar al momento de diseñar la secuencia es en qué parte del tapete o la habitación deberán ubicarse los alumnos para cada postura. Esto asegurará que tengan suficiente espacio para moverse, además de ser una buena forma de prepararse para la siguiente postura.

Por ejemplo, si enseñas la postura del canguro extendida (utthita hasta padangusthasana, también llamada postura extendida de mano y pie) en un estudio repleto o en una habitación pequeña, será conveniente que los alumnos se ubiquen en la parte trasera del tapete, así podrán extender completamente la pierna levantada. Ubicarse en la parte posterior del tapete también los dejaría en el lugar justo para hacer un vinyasa modificado (como ir desde la postura del perro boca abajo hacia la postura de la pinza de pie) sin necesidad de volver atrás.

Y ya sea que esté enseñando personalmente o en línea, me gusta asegurarme de que los alumnos saben desde el inicio de la clase qué accesorios se usarán. De esta forma, todos estaremos preparados y no tendremos que hacer pausas en mitad de la práctica para ir a buscar algún elemento. También significa que necesito prever qué accesorios podrían estar disponibles.

Ahora veamos algunos consejos más específicos sobre el diseño de secuencias para dar clases en línea:

1. Recuerda que no todos los alumnos tienen accesorios: al preparar una secuencia para una clase en línea (o incluso al dictar una clase individual) ten en mente que la mayoría de los alumnos tendrá unos pocos accesorios de yoga a mano (o ninguno). Por mucho que te guste esa restauradora postura del héroe reclinado (supta virasana), para algunos alumnos será imposible hacerla sin tres mantas y un bolster. Esto no quiere decir que no debas intentar incorporar algunos accesorios, al contrario, piensa en alternativas. Por ejemplo: usa un cinturón o correa común y corriente en vez de una correa de yoga, toallas en lugar de mantas, libros apilados en vez de bloques. Usa tu propia casa como un laboratorio y diviértete con las soluciones que encuentres.

2. Planifica tus sesiones para que se adecúen a lugares pequeños: asume que todas las personas tienen un espacio limitado en el que moverse. Si has tenido el placer de hacer yoga en un hotel europeo (o en la habitación de un niño), ¡sabrás de primera mano que solo necesitas el área de la circunferencia de tu tapete para tener una buena práctica! Si los espacios son realmente estrechos, puedes probar modificaciones como estas: en el perro boca abajo, saltea la sugerencia de levantar la pierna antes de llevar el pie hacia adelante; al entrar o salir de uttanasana en el saludo al sol indícales a tus alumnos que lleven los brazos hacia adelante (y no hacia los lados).

3. Evalúa una duración menor de las clases: muchas plataformas en las que enseño piden que las clases duren entre 20 y 30 minutos. Algunos maestros sienten que esto podría ser un mal augurio para el futuro del yoga, ¡pero yo creo que es algo realmente prometedor! Las personas quieren estar seguras de tener tiempo para su práctica, incluso si son solo 15 minutos al día. Diseña secuencias para clases con distintas duraciones y evalúa cuál funciona mejor para tus alumnos. En mi experiencia, he encontrado que el punto justo para las prácticas en casa es de 30 minutos.

4. Ofrece momentos de pausa si tus clases están grabadas: si tus clases son no son en vivo, puedes darle a tus alumnos un mayor control sobre su experiencia. La belleza de practicar desde casa es la de poder adaptar la clase a lo que ellos necesitan. Por ejemplo, les recuerdo a mis alumnos que pueden pausar el video y hacer unos saludos al sol extra si quieren entrar un poco más calor o mantener la postura por más tiempo en un lado si lo necesitan. En especial, uso esta sugerencia con savasana, animándolos a permanecer en la postura final tanto como sea necesario. El yoga en línea es una excelente forma de darle poder a los alumnos para que presten atención a sus propias necesidades.

5. Reconoce las distracciones: uno de los desafíos de practicar en casa tiene que ver con todas las cosas que llaman nuestra atención, desde los platos que dejamos sin lavar hasta nuestro adorable perro. Tomando esto en cuenta con antelación, los maestros pueden diseñar sus secuencias de manera que ayuden a sus alumnos a concentrarse en el momento. Por ejemplo, enfatizando la respiración o la mirada. También es útil reconocer a los estudiantes por dejar de lado el espacio físico y mental del día a día para hacer su práctica.

Enseñar yoga en línea es una oportunidad para la creatividad

Tal vez al principio puede parecer limitante no tener acceso a las paredes perfectamente vacías o a los accesorios de marca de un estudio, pero enseñar yoga en línea es una excelente forma de expandir tu creatividad. Y no solo conseguirás llegar a nuevas personas, sino que también descubrirás nuevas facetas de ti mismo como maestro.

Acerca del Maestro

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Sarah Ezrin
Hi, everyone! I’m Sarah Ezrin. I’m an author and yoga teacher trainer based out of the San Francisco... Leer más