¿Por qué se dice que el ayurveda es la “ciencia hermana del yoga”? Porque tanto el yoga como el ayurveda nacen de la filosofía Sankhya; la meta de ambos es erradicar el dolor y la miseria. Aunque algunas escrituras —como Charaka Samhita— afirman que nos puede ayudar a liberarnos del dolor y la miseria en todos los niveles (física, mental y espiritualmente), el ayurveda se enfoca principalmente en prevenir y tratar las enfermedades físicas. Los textos yóguicos como Hatha Yoga Pradipika y los Sutras son los que se especializan en disciplinas relacionadas con la mente y los sentidos.
Hoy en día, muchas personas acuden al yoga para disminuir el estrés, perder peso y mantenerse en forma, y no tanto por sus beneficios espirituales. Por otro lado, muchos de los que practican yoga por razones espirituales suelen sufrir estrés, problemas físicos y el desgaste del envejecimiento, por lo que, a pesar de su intenso deseo, no pueden practicar todas las disciplinas. Aquí es cuando el ayurveda puede complementar la práctica del yoga.
Según el Yoga Sutra (comentario de Vyasa 1.2), hay cinco estados de la mente: perturbada, distraída, aturdida, enfocada y bien controlada. El cuerpo y la mente están interrelacionados y, por lo general, quienes se encuentran en los tres primeros estados no tienen una buena condición física. El yoga, tal y como los grandes maestros del pasado pretendían que se practicara, solo puede iniciarse cuando el cuerpo y la mente están saludables y equilibrados.
Las técnicas ayurvédicas de rejuvenecimiento alimentan y revitalizan el cuerpo, permitiéndonos desarrollar una práctica de yoga más productiva. Con la ayuda de estas técnicas, el cuerpo se vuelve más sano y fuerte, menos tóxico, más flexible y energético; la mente se aclara y se libera de la pereza y la inercia. Así es como necesitan estar el cuerpo y la mente para practicar el yoga en su sentido más auténtico.
¿Qué es el rejuvenecimiento ayurvédico? Existen programas de rejuvenecimiento de diferente duración e intensidad. Hay cientos de recetas para preparaciones herbales, un vaidya experto (médico ayurvédico) sabe cómo crearlas y adaptarlas a cada necesidad. Las hierbas rejuvenecedoras del ayurveda clásico, sobre todo los bhasmas (medicinas preparadas con metales y minerales), son muy fuertes como para ser asimiladas por personas con el sistema débil o bloqueado por toxinas.
En nuestra cultura de buscar soluciones rápidas, muchos programas “ayurvédicos” de rejuvenecimiento son simplemente miniprogramas para revitalizar y energizar el cuerpo por un corto lapso. Pero, según las escrituras, el objetivo final de un programa de rejuvenecimiento es lograr la longevidad y que el cuerpo y la mente desarrollen habilidades extraordinarias. De esta manera, el practicante podrá permanecer en samadhi por un largo tiempo.
Un programa auténtico incluye tanto la limpieza como la nutrición. De acuerdo al ayurveda, el ama (cualquier alimento sin digerir o asimilar, así como también palabras y pensamientos que no han sido digeridos por la mente) viaja en el sistema como material de desecho, bloqueando los shrotas (arterias, venas, capilares, nervios, etc.) y los nadis (canales de energía). Las fuerzas de la nutrición rejuvenecen el cuerpo (e incluso revierten el proceso de envejecimiento), pero esto ocurre solamente si no son contrarrestadas por los desechos que contaminan el sistema.
¿Cuál es la diferencia entre las técnicas de rejuvenecimiento del ayurveda y del yoga? ¿Cuál es mejor? Ambos tienen como objetivo la desintoxicación (limpieza), sin embargo, su orientación es distinta. El procedimiento ayurvédico de pancha karma es parte de un sistema médico; los shat kriyas del yoga son parte de un sistema espiritual. Mientras que pancha karma confiere principalmente limpieza a un nivel físico, los shat kriyas nos conducen a una purificación mental y espiritual.
Debido a que algunos de los procedimientos de pancha karma son invasivos, deben realizarse bajo supervisión de un médico debidamente entrenado, especialmente durante virechana (terapia de purga) y rakta moksha (limpieza de la sangre). En cambio, los shat kriyas yóguicos pueden practicarse sin ayuda de un médico. Se llevan a cabo en varios pasos que resultan sencillos al inicio, pero pueden intensificarse a medida que el practicante se convierte en experto.
Combinar el pancha karma y los shat kriyas puede ser más productivo que practicarlos por separado, no obstante, es necesario hacer una evaluación para determinar cómo combinar apropiadamente estas dos terapias. Un yogui experto y un doctor ayurvédico hacen un equipo excelente. Juntos pueden llevar a cabo una evaluación inicial del tipo de personalidad, nivel de energía e historial médico, para diseñar un programa de desintoxicación adecuado. Esto puede incluir prácticas de pancha karma, de shat kriyas o una combinación de ambos.
Las prácticas en pancha karma de vamana (terapia de vómito) y virechana son muy similares a los lavados superiores o completos de los shat kriyas yóguicos. La única diferencia es que en panchakarma las hierbas y los aceites se emplean para inducir el vómito y la peristalsis, mientras que en el yoga se usa agua salina normal y fuerza de voluntad (junto a otras técnicas) para lograr el mismo objetivo. Para mejores resultados, se pueden combinar snehana (terapia con aceite) y svedana (terapia de sudoración) con los shat kriyas, así como con otras prácticas del yoga.
Los cuatro shat kriyas restantes —neti (lavado nasal), dhauti (limpieza del estómago), nauli (una técnica para activar el plexo solar) y trataka (mirada)— nos ayudan a remover las toxinas y los desechos que no son eliminados por pancha karma. Asimismo, neti, nauli y trataka no solo desintoxican, sino que también energizan el sistema. En los estados más avanzados, nauli y trataka pueden despertar fuerzas dormidas sorprendentes, dando como resultado un nivel de salud extraordinario y la expansión de la conciencia.
La siguiente etapa en un programa de rejuvenecimiento es la nutrición, existen muchas guías ayurvédicas para esto. Una vez que el cuerpo se desintoxica y vuelve a la normalidad, el régimen requiere ayuda de expertos de ambas disciplinas. Algunas de las técnicas a usarse vienen del yoga y otras del ayurveda. La prescripción de una dieta adecuada, ejercicios, tónicos con hierbas, prácticas respiratorias y de relajación, así como rutinas saludables (todas necesarias en un programa de rejuvenecimiento) variará de una persona a otra.
Además, es importante agregar únicamente aquellas hierbas o preparaciones ayurvédicas (rasayana) que pueden ser asimiladas fácilmente. Estas recetas no se preparan como las infusiones que equilibran el vata, pitta y kapha, sino que son medicinas. Por ejemplo, ashwagandha y vacha se aplican tradicionalmente como tónicos para el cuerpo y el cerebro, respectivamente. Resultan muy efectivas cuando el paciente tiene buena salud física y mental, pero pueden ser muy fuertes si está debilitado. La combinación de aswagandha y musli negro es incluso más potente que el ashwagandha solo. Si el paciente está débil, podría ser mejor comenzar con otra hierba, la punarnava. Luego, a medida que la persona se va fortaleciendo, se van agregando otras hierbas más fuertes y efectivas. No hay equivalentes a las medicinas ayurvédicas en el yoga. Esta es una de las razones por las que un programa completo de rejuvenecimiento debe combinar los elementos de ambas disciplinas y ser supervisado por un yogui experto y un doctor ayurvédico.